En medio de una sobrerreacción en el mercado de bonos del gobierno federal, el peso mexicano dio fin a una racha de siete sesiones con pérdidas consecutivas este lunes, al apreciarse 1.72 por ciento, equivalente a 30.23 centavos ante la divisa estadunidense, para cerrar en 17.3058 unidades por dólar spot.
La tasa de los bonos M a 10 años subió a 9.76 por ciento, tocando un máximo de 9.767 por ciento, no visto desde el 7 de noviembre de 2022.
La mesa de análisis de Citibanamex resaltó que el mercado de deuda en México sobrerreaccionó a la proyección del déficit para el balance primario del próximo año, que ahora se ubica en menos 1.2 por ciento desde 0.7 por ciento de los precriterios, ya que la curva de los bonos M experimentó movimientos al alza de dos dígitos (incrementando las primas de riesgo crediticias). “No obstante, el ratio deuda/PIB fue menor, al pasar de 49.9 por ciento a 48.8 por ciento, por lo que el movimiento no debió haber sido tan abrupto”, consideraron los especialistas.
La propuesta incluye un déficit presupuestario de 4.9 por ciento del PIB, que de concretarse sería el mayor desde 1988 e implica un mayor crecimiento de la deuda.
La moneda mexicana aprovechó la debilidad del dólar para anotarse su mejor ganancia desde el 14 de marzo pasado, pues la moneda estadunidense está a la espera del dato de inflación de Estados Unidos y la reunión del Banco Central Europeo (BCE).
El mercado cambiario no reaccionó a la publicación del paquete económico para 2024, pero el de bonos sí, pues el mayor déficit implica mayor deuda, resaltaron analistas.
Esta semana todas las miradas están puestas en la respuesta del Banco Central Europeo, por un lado, las persistentes presiones inflacionistas, y por otro, a las continuas señales de debilidad que traslada la economía de la eurozona.