Los integrantes de Devo fueron La venganza de los nerds original; antes de ellos lo más parecido a un adolescente enclenque en la cima de los charts era Buddy Holly. No sólo aplicaron su consumo omnívoro de cultura, sino que la forma en que integraron lo popular, el absurdo, el ideal de consumo estadunidense y conceptos teóricos como la idea de Devolution fueron cruciales para su formación.
La teoría sobre la Devolution, creada en el siglo XIX, planteaba la regresión biológica o evolución inversa para ciertas especies, y en Devo la aplicaron a los humanos. En 1970 eran estudiantes en la Universidad Estatal de Kent, en Ohio y vieron a la policía asesinar a manifestantes que pedían el fin de la guerra en Vietnam.
En muchos aspectos, Devo se definió por oposición en la gran tradición del rocanrol: ¿Jeans ajustados y bandanas? Devo prefirió trajes de látex y un domo rojo en la cabeza al que denominaron “el domo de energía”.
El día que se hizo esta entrevista telefónica con el bajista de Devo, Gerald Casale, se cumplieron 45 años de su elepé Q: Are We Not Men? A: We Are Devo. ¿Significa algo para uno de sus dos fundadores? “Sí, es otro año en la ruta”, contesta con media carcajada. Este 2023 se cumplen 50 años de sus comienzos y han anunciado que dejarán de tocar en vivo. “Esta serie de conciertos finales puede durar hasta dos años más; tenemos fans en todas partes del mundo, pero me pone triste. Siempre pensé que tocar en vivo era una buena parte del asunto”.
Años de esfuerzo
La grabación del primer disco significó un éxito para Casale: “Lo que pasó está fresco en mi memoria, porque trabajamos tres años y medio para intentar que Devo fuera visto y escuchado, y finalmente sucedió. Sabíamos sobre el productor Conny Plank, pero no estábamos completamente preparados para la realidad en que nos encontraríamos inmersos. Fue nuestra primera vez en Europa; nos quedamos en una casa diminuta sin calefacción y durmiendo bajo dos frazadas gigantes. En la mañana nos llevaban a un gran desayuno alemán con todo tipo de carnes; nunca comimos así. Entrábamos al estudio, acondicionado en un granero, de 10 de la mañana a las 8 de la noche y esto lo repetíamos al día siguiente”.
Antes que un conjunto musical, fueron un proyecto artístico: “Las letras del primer disco las escribimos durante cuatro años, trataban sobre la Devolution, el concepto de que la gente estaba involucionando, y lo decíamos en serio, aunque tuvieran un aspecto satírico. En esa grabación, la intensidad es tal que no es un disco que pueda ser fechado, que uno escuche y diga: ‘ah, es del 78’”.
No está atado a un año específico, según su sonido, pero la inspiración detrás de Devo fue durante una época particular: “Teníamos las antenas prendidas y eso nos ayudó; creíamos que la gente estaba en regresión, volviéndose más estúpida. Fue durante el periodo de la guerra de Vietnam, los medios estaban listos para castigarte si no te unías rápidamente a las tropas. Había eslogans como ‘América, ámala o déjala’, y toda la cultura autoritaria que repitió Donald Trump”.
La Devolution predicada por Devo encajó varias veces con la realidad política de Occidente. Lo que sigue es un diagnóstico de esta teoría en 2023, elaborada por Casale: “Estamos en el ápice del yo; hay una colisión de grandes problemas en la existencia, parte del planeta está incendiado; la inteligencia artificial está alcanzando un punto que es difícil de calificar y no sabemos qué vaya a suceder con ella. Hay nuevos tiranos en el mundo, asociados a millonarios que quieren controlar todos los recursos. La idea democrática de la ley está siendo aplastada y no va a sobrevivir, porque requiere de educación, de personas que no estén desesperadas, y eso es más complejo que la conformidad, el control y el miedo.
“Cuando todos estén desesperados habrá billones de personas tratando de escapar de lugares inhabitables, tendrás gobiernos usando la fuerza para evitarlo y se reducirá el suministro de comida. Vamos a ver algo que nosotros no podemos ni imaginar y va a suceder rápido. Quiero decir que la Devolution es real, pero que estamos juntos, tenemos que ir hacia adelante, hacia atrás ya no se puede”.
Un Jagger satisfecho
En 1977 hicieron una versión contraída del éxito por excelencia de The Rolling Stones, Satisfaction, bien distante de la versión original que llamó la atención del público y los medios. La disquera envió a Devo a las oficinas de los Stones en Nueva York para conseguir la aprobación del cantante: “Teníamos miedo de que no le gustara, en ese momento había que tratar en serio los derechos de autor. Fue en la tarde. Mick se tomó la molestia de hacernos esperar 20 minutos, parecía recién despertado; estaba sentado en el suelo sin zapatos y tomando un vaso de vino. Pusimos la canción y de repente Jagger comenzó a bailar como Jagger, moviendo sus brazos y repitiendo ‘I like it’”.
Al ver perpetuada una cultura que rechazaban, la respuesta de Devo fue cortar un clásico a la mitad. Casale eligió Pretty Woman, de Roy Orbison, lo que fue en parte un homenaje: “No volví a intentar esa técnica, aunque Mark Mothersbaugh lo hizo con un tema de The Beatles e invirtió un riff de Led Zeppelin, en Uncontrollable Urge. Escribí la letra de Whip It inspirándome en una parte de El arcoíris de la gravedad, de Thomas Pynchon, en el que se burla de las frases fáciles”.
Las primeras anécdotas sobre Devo en vivo son de rechazo total del público: “Esto nos energizó. Aunque no sabíamos el significado de la palabra performance, eso es lo que hacíamos, controlando a la audiencia. No eran nuestro público, sino falsos jipis y profetas, conformistas pretendiendo alcanzar un estado de conciencia más elevado, con drogas que no usaban de manera creativa”.
Ahora es historia antigua, pero hubo una época en que los videos asociados a las canciones definieron la cultura a escala global. Devo formó parte constante de la primera programación del canal, lo que solidificó su imagen, aunque el recuerdo de Casale no es del todo feliz: “Al principio, MTV nos necesitó, teníamos cinco videos completados antes de que existiera MTV. Nos dijeron que no podían pagarnos, pero que mostrarían las cintas todo el tiempo durante un año, y lo hicieron, pero luego llegaron a todo Estados Unidos con dinero de American Express y ataron su programación al top 40. Antes de ese canal, hicimos los videos en discos láser como experimento artístico: creíamos que iban a ser el futuro, pero no funcionó el formato”.
Punks de verdad
El redoblante se sacude en su soporte ante el golpe del baterista, el guitarrista salta para puntuar el riff, el bajista parece la víctima indiferente de un accidente vial y el cantante de ojos maniacos se arrodilla sobre el escenario diciendo: “¿Alguna vez tuvieron la sensación de haber sido estafados?”. Fue el último concierto de Sex Pistols y Casale estuvo ahí: “Los vimos pelearse en vivo y luego se separaron; nos gustaron mucho. No nos sentimos punks per se, su ortodoxia estilística era casi religiosa: ‘Aquí está tu guitarra, aquí están tus acordes’. Nos agradaban conceptualmente, porque siempre fuimos antiautoritarios. Pienso que nosotros éramos los punks de verdad, porque no estábamos siguiendo ninguna regla”.
Si el combustible inicial de Devo fue el rechazo del público, tener a Brian Eno, David Bowie y Conny Plank entre sus productores, hablaba de un prestigio poco conocido para grupos sin un disco en su haber. El hecho de que Casale perdiera un vuelo hacia Alemania, derivó en que Holger Czukay, Bowie, Eno y los integrantes de Devo presentes hicieran una sesión de grabación que continúa inédita hasta hoy. Plank era el productor de los grupos más interesantes de Alemania y el más allá. Eno ya había dejado una marca en Roxy Music. Y Bowie, que sólo participó en algunas sesiones porque estaba filmando la película Just a Gigolo, en esa época era lo más parecido a un nuevo ídolo juvenil, pero también fue un gran detector de talentos originales: Devo fue el primer grupo que apadrinó. Cuenta Casale: “Cuando Bowie dijo ‘Devo es la banda del futuro’ era diciembre de 1977 y aún no éramos número uno. Creo que tenía razón, pero no porque hayamos vendido 200 millones de discos, sino porque nos formamos con una visión del mundo compuesta de elementos verdaderos que aún resuenan”.