En 1994 se hizo realidad una de las iniciativas que tuvo en vida el pintor y mecenas Rodolfo Morales (1925-2001): la reforestación de ciertas áreas de Oaxaca. Como parte de ella, en 1996 inauguró en Santa María Tocuela, Ocotlán, el primer vivero con especies nativas, vinculándolo con actividades productivas y artesanales. Por medio de la fundación que lleva su nombre, estableció convenios de colaboración con varias comunidades. Una de ellas, San Martín Tilcajete, a 25 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. Aquí utilizan el copal para tallar figuras de madera. Lo que inicialmente fueron juguetes y objetos para disfrute familiar, hoy son los alebrijes, muy apreciados en México y el exterior.
En julio de 1997 junto con el maestro Morales y el pintor y mecenas Francisco Toledo, tuve con mi esposa Nelly el privilegio de iniciar el grato trabajo de plantar arbolitos de copal en un predio de 60 hectáreas ubicadas en el cerro El Alacrán de dicha comunidad. Asistieron la autoridad municipal, las ejidales y comunales y unos 30 habitantes del poblado. Con el paso de los años, su número aumentó hasta ser 300 de la más diversa edad. También de poblados vecinos que elaboran alebrijes.
Esta siembra la alienta desde su inicio el ingeniero Félix Piñeiro y Abril Ascencio, su colaboradora desde 2005, quienes desde cargos oficiales y un tiempo en la Fundación Alfredo Harp, han sido factor relevante en crear viveros y reforestar en diversas regiones de Oaxaca.
El cerro que antes lucía sin vegetación, erosionado, tiene ya miles de árboles de copal de varios tamaños. Es la única plantación en su tipo. La siembra de cada julio sólo se suspendió por la pandemia. Pero el pasado 20 de agosto se reanudó. Y es que los artesanos, los centros educativos, la autoridad municipal y las de las comunidades agrarias, hicieron suya la tarea de producir, plantar y cuidar los árboles. Cabe señalar que el copal estuvo a punto de extinguirse en la región.
Un día después de la siembra, visitamos nuevamente el pueblo de San Martín Tilcajete, acompañados del ingeniero Félix Piñeiro, Abril Ascencio y Alberto Fernández, presidente de la Fundación Morales. Nos reunimos con el presidente municipal, Aarón Martín Jiménez; el síndico, Felipe Fabián Ojeda; la regidora de Hacienda, Angélica Roque Villanueva; el de Cultura y Educación, Jacobo Ángeles; el de Ecología, Bonifacio Sosa Moreno, y con Dante Cruz y Jorge de Jesús Ortega, del Comité de Artesanos.
Todos ellos expusieron los logros obtenidos por la comunidad, así como los problemas más ingentes que la aquejan. El municipio registra buen nivel educativo y bajísimo porcentaje de desempleo y migración; tiene hoy garantizado el abasto de agua para sus cerca de 2 mil habitantes, dedicados fundamentalmente a la agricultura y a elaborar alebrijes. Está a buen resguardo la basura de los hogares y las actividades productivas, y la separan en la cabecera municipal.
Sin embargo, les preocupan los efectos visibles del cambio climático. Y uno de ellos se tiene en sus cerros El Chile, La Doncella y Teta de María Sánchez. Es donde más urge reforestar, especialmente con copal, materia prima de sus artesanías. Autoridades y pobladores están conscientes de que con el arbolado se evitará la erosión y retendrán y almacenarán agua en la temporada de lluvias.
Una novedad muy grata fue ver las paredes de muchos lugares adornadas con decenas de bellos y originales murales, elaborados por hombres y mujeres. Y además, visitar el hogar de Norberto Fabián Xuana, de larga tradición en elaborar alebrijes. Le viene de sus padres, Ventura y Bibiana, y lo continúan sus nietos.
En la ciudad de Oaxaca supe de los numerosos problemas ambientales que registra la entidad de mayor biodiversidad de México y que contrasta con la pobreza extrema de buena parte de sus habitantes. Continúa la deforestación del tesoro natural Los Chimalapas; la contaminación de sus ríos, mientras es muy grave la escasez de agua potable en los hogares. ¿Programas para resolverlos adecuadamente? Ninguno.
Y en el plano cultural, cívico, educativo y el rescate y conservación del patrimonio prehispánico y colonial, se extrañan los liderazgos que tuvieron Rodolfo Morales y, muy destacadamente, Francisco Toledo.