Que Juan Carlos Bomba Rodrí-guez trabaje, que Ivar Sisniega de-vengue su salario y todos los de overol hagan la milagrería necesaria rumbo al Mundial 2026, porque hoy los propietarios enfocan sus baterías a lo que en verdad les interesa. Si de por sí no se aplican en su labor de formar jugadores, ahora con un mandamás al frente y la gran perspectiva de naturalizar foráneos, demuestran sin tapujos sus auténticos intereses. Por ejemplo, Amaury Vergara, de las Chivas, planea con entusiasmo una película, el cine es su fascinación.

Vergara, productor de los filmes Marea y Chivas, la película, presume jugadores rojiblancos en el Tri, un Alexis Vega muy venido a menos, producto no de su cantera, sino del Toluca; en cambio, a causa de la miopía desechó a César Huerta, a quien hasta le dijeron en tiempos de Víctor Vucetich que no era futbolista; no obstante, el sábado, el apodado Chino marcó el mejor tanto del partido ante Australia, evitó la derrota e hizo festejar al público en el estadio AT&T, el cual se dio por satisfecho con esa joya de gol.

León y Tuzos naufragan en la mediocridad; sin embargo, sus dueños sólo miran al Real Oviedo. Los Panzas Verdes pregonaron la construcción de un nuevo estadio, pero a la primera traba echaron abajo los planes y sólo remozarán el viejo, ese que compraron a Roberto Zermeño con dinero del gobierno leonés. Jesús Martínez Patiño, cabeza de Grupo Pachuca, tiene presente que habrá elecciones en Guanajuato, así que esperará a que pase la turbulencia y, fiel a su estilo, después podría pactar otro préstamo con la nueva autoridad.

Por lo pronto, ni parpadean siguiendo los pasos al Real Oviedo, el equipo asturiano de la Segunda División de España que era de Grupo Carso, y del que ahora Grupo Pachuca es dueño mayoritario. Allá sí les interesa quedar bien e irse por la derecha. Jesús Martínez hijo protestó en redes sociales por el arbitraje de la semana pasada ante el Levante, molesto porque no les marcaron un penal escribió: “vaya robo”… Qué importa que el León esté en el sitio 11 y Tuzos en el 15 ¡total! acá no hay descenso y en La Liga ibérica sí hay ascenso.

Y no se diga este fin de semana cuando enfrentaron al Sporting de Gijón, de Grupo Orlegi, de Alejandro Irarragorri, su archirrival en las añejas juntas de dueños, y ahora su contraparte en el clásico asturiano. Hubo másfragor afuera, con pedradas al autobús visitante, aunque en la cancha pactaron un soso empate sin goles… Para eso y más da la adormecida Liga Mx, porque también el feudo tuzo tiene interés y gastos en Chile con el Everton de Viña del Mar, y antes invirtió en el argentino Talleres de Córdoba, de Andrés Fassi.

Los grupos Pachuca y Orlegi ambicionan impulsar a sus equipos al máximo circuito español. Como se sabe, tanto Irarragorri como Martínez hacen de las relaciones públicas su máximo arte, y andan tristes por la suerte de su amigo Luis Rubiales, quien estaba suspendido y ayer renunció al cargo de presidente de la Real Federación Española de Futbol, caído en desgracia tras el beso que le robó a Jennifer Hermoso. Y es que ambos lo respaldaban en su proyecto de pujar por la sede del Mundial 2030 junto a Portugal y Marruecos.

El estratega Jaime Lozano tuvo un aceptable desempeño en el partido amistoso contra Australia, sinodal interesante y que jugó con la mayoría de su plantel titular. Algunos titubeos y fallas pudieron ser disimulados, subsanados para concluir con un empate que conformó al público, el cual aplaudió a rabiar al debutante Chino Huerta, autor de un zurdazo espectacular que evitó el revés. No es mal comienzo, pero queda claro que hay mucho trabajo por delante, no sólo en el terreno de juego, sino en la depuración del plantel, hay varios que ya no rinden lo esperado.

Más reflectores reclama la Sub-23, donde se integró un buen cuerpo técnico que encabeza Ricardo Cadena. Este tricolor, con varios jugadores que podrían estar en el primer equipo, se impuso en otro choque amistoso a Colombia en su ruta de preparación hacia los Juegos Panamericanos del próximo mes... El Tri mayor enfrentará a Uzbekistán el martes, en tanto, los equipos del máximo circuito aprovechan el encendido ánimo del mes patrio para ir a su tradicional colecta de dólares a Estados Unidos con partidos moleros.