El mágico y artístico mundo de Pedro Friedeberg fue captado por Liora Spilk Bialostozky, quien durante más de 10 años buscó la forma de conocer y desentrañar la vida de una persona fantástica, quien le aseguró: “el arte es mi vida; mi arte y yo son una única cosa”.
En el documental Pedro, dirigido y narrado por Liora Spilk Bialostozky, la joven cienasta describe el acercamiento que tuvo con el reconocido pintor y escultor llamado “el último de los surrealistas mexicanos” y delineó un retrato tierno, en algunos momentos cómico y en otros del proceso creativo y de reflexión del artista, nacido en Florencia, Italia, en 1936.
Pedro fue postulada a mejor ópera prima en la edición 65 de los Premios Ariel, cuya ceremonia se realizó el sábado en Guadalajara, Jalisco. Se proyectará en salas desde del 14 de septiembre bajo la distribución de Pimienta Films.
Spilk Bialostozky contó sobre su artista y persona favorita: “hace 10 años, gracias a mi abuela (Elba) lo entrevisté por primera vez y así entré al mágico mundo de Pedro Friedeberg; me perdí más de una década buscándolo y, a lo largo de ese tiempo, desarrollamos una amistad intergeneracional; me dejó entrar (a su vida), me costó trabajo, pero se logró un retrato íntimo, más que biográfico”.
La realizadora sostuvo: “Hice la película y el cine que quería; además, la clave para acceder al artista, fue el trabajo solitario, pues iba sólo con mi camarita, lo divertía, le hacía chistes, me reía de su humor y eso me abrió la puerta para que me dejara entrar”.
Retrato digno sobre la vejez
La cineasta puntualizó: “ahora me veo en el documental y pienso que era muy inocente y con ojos emocionados, lo cual le dio confianza a Pedro; nunca quise que hubiera morbo, chismes, sino una mirada benévola, porque la ética fue importante para mí; además, el documental es un retrato digno sobre la vejez”.
En torno a Pedro Friedeberg, célebre autor de la Mano-silla, la joven realizadora descubrió: “cuando hacemos un retrato de un gran personaje encontramos que tiene una máscara y en el proceso de hacer una película, un libro o una obra específica, se la vamos a quitar. En mi caso, hallé que eso es un mito, porque hay muchos Pedros, facetas y lo que retraté fue a mi Pedro, al que yo conocí”.
Además, “desde la ternura y la inocencia traté de ser fiel a mí misma y al protagonista; mi lección al hacer el documental es que uno tiene que aprender de los errores como si fuera un mensaje del universo; en el proceso de la película cometí muchos y casi dejé de filmarla; es decir, uno tiene que aprender a reírse de sí mismo para seguir adelante, perdonar y mantener el humor”.
Friedeberg, definió la cineasta, “es superfragilístico, una contradicción andante; es dulce y mal humorado. Como él dice: ‘entre más enojado estoy por fuera, más feliz estoy por dentro’. Al conocerlo en su intimidad, me percaté de que es una anomalía de la historia; es un regalo que todavía exista alguien como él y, más allá de su impresionante genio artístico, es mi persona favorita en el mundo, un ser humano maravilloso.
“Con más de 60 años de carrera, Pedro Friedeberg es uno de los artistas mexicanos más reconocidos. Junto con Frida Kahlo, fue uno de los dos únicos reconocidos por André Breton (1896-1966) como parte del movimiento surrealista. Actualmente, radica en la Ciudad de México”, se informa en el documental, en el que se recurre a diversos testimonios, fotografías, animaciones y gráficos.
“Es alguien que sabe exactamente donde poner cada cosa, lo cual es un mérito extraordinario, una prueba de inteligencia y también la demostración de un espíritu matemático-científico, que desde luego lo tiene. Ese espíritu es gran parte del cerebro que le funciona muy bien a Pedro Friedeberg, pero también sus juicios sobre los demás son juicios que producen una gran alegría; son malvados, pero inteligentísimos”, comentó para el documental la escritora Elena Poniatowska.
Pedro, con guion de Liora Spilk Bialostozky y Ricardo Poery, es producido por Julia Cherrier, Victoria Gutiérrez, Marion d’Ornano y la cineasta, se estrenó en 2022 en el Festival Internacional de Cine de Morelia, en marzo pasado en el encuentro fílmico de Málaga y en junio en de la UNAM.