La directora oaxaqueña Ángeles Cruz estrenará en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF, por sus siglas en inglés), que concluirá el 17 de septiembre, su más reciente largometraje, Valentina o la serenidad, que aborda la pérdida de un ser amado desde la mirada de una pequeña y desde la óptica de su comunidad de origen, Villa Guadalupe Victoria, donde lo acostumbrado es guardar silencio.
El relato gira en torno a Valentina, quien pierde a su padre en un accidente. No conforme con la explicación de la muerte que se le ofrece, lo busca en todas partes; al no encontrarlo, se vuelve una niña solitaria.
Si bien la inspiración surgió a partir de una experiencia personal, Cruz decidió no hacer de ésta una película autobiográfica. “A lo mejor en otras culturas lo resuelven con terapia, una fiesta o rituales. Para mí, era importante entender que vengo de una cultura en la que se habla poco y las cosas se entienden de otra manera. Todas las culturas tenemos distintas formas de acomodar el alma”, comentó la realizadora.
A partir de fragmentos de su vida, Cruz creó a los personajes de Valentina y Pedrito, (interpretados por Danae Ahuja y Alexander Gabriel, respectivamente), que en la ficción se enfrentan al dolor y la ausencia.
“Perder a mi padre a los nueve años me impactó enormemente y cambió mi perspectiva del mundo. En 2020, debido a la pandemia, volví a sentir un miedo tremendo de que muriera un ser querido. Este sentimiento se convirtió en el motivo para escribir el guion de Valentina o la serenidad”, explicó la cineasta oaxaqueña.
No es la primera ocasión en la que la directora utiliza su lugar de origen como escenario de sus historias. Su largometraje anterior, Nudo mixteco (2021), le permitió hacer una crítica al machismo y la misoginia.
Con Valentina o la serenidad explora un lado más íntimo y vulnerable de sus habitantes.
“Todo parte del lugar donde me desenvuelvo. La idea es compartir la parte humana, que en mi caso, es la comunidad de donde vengo. Aprender el lenguaje cinematográfico implica jugar con él desde lo que somos, nuestro barrio o nuestra comunidad”.
La película se pudo rodar gracias al apoyo del Programa de Fomento al Cine Mexicano y del Estímulo a la Creación Audiovisual en México y Centroamérica para Comunidades Indígenas y Afrodescendientes.
Además de esa cinta, habrá otras producciones mexicanas que tendrán actividad en el TIFF. Se trata de los títulos apoyados por el Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional: Memory, de Michel Franco, y A cielo abierto, de Mariana Arriaga y Santiago Arriaga.
También se presentarán los filmes independientes El sabor de la Navidad, de Alejandro Lozano, y The Dead Don’t Hurt, dirigida por Viggo Mortensen.
Valentina o la serenidad, también se presentará en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, a realizarse del 20 al 29 de octubre.