Las disputas internas entre las dirigencias local y nacional y militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Ciudad de México escalaron al plano de las quejas y derivaron en un procedimiento especial sancionador iniciado por el Instituto Electoral capitalino (IECM).
La presidenta local del PRD, Nora Arias, el 30 de agosto pasado promovió una queja contra diversos secretarios de ese partido por convocar a sesiones del órgano intrapardista sin su participación, así como adoptar decisiones sin su presencia, “con la intención de designar a funcionarios que respondan a sus órdenes”.
Ello derivó en la emisión de una tutela preventiva por el IECM contra los probables responsables para que se abstengan de realizar dichas conductas, ellos son: Omar Tripp, secretario de Asuntos Electorales y Políticas; Guillermo Domínguez, secretario de Gobierno y Asuntos Legislativos; Gerardo González, secretario de Planeación Estratégica; María Fátima Baltazar y Juan Carlos Silva, integrantes del OJI, y Elizabeth Pérez, quien a su vez denunció a Nora Arias por uso indebido de prerrogativas, desvío de recursos, fraude y abuso de autoridad.
Denuncia violencia política de género
Además, ayer las diferencias entre Arias con la dirigencia nacional, encabezada por Jesús Zambrano, se hicieron evidentes luego de que la presidenta local abandonara las instalaciones del IECM, tras de que Arturo Emiliano Rosas Ortega rindiera protesta como representante ante el Consejo General por órdenes de Zambrano, a partir de un acuerdo que se llegó en una asamblea sin considerar a la dirigente del PRD capitalino, revelaron fuentes.
En la denuncia presentada ante el órgano electoral, Arias sostiene que se trata de una estrategia sistemática y reiterada por los militantes, lo que consideró conductas de violencia política de género en su contra, pues desde diciembre del año pasado se han realizado convocatorias ilegales de reuniones. Pese a que interpuso un medio de impugnación, el órgano de justicia intrapartidaria confirmó las reuniones, por lo que el problema interno llegó a tribunales.
