Santiago de Chile. El presidente Andrés Manuel López Obrador arribó anoche para participar en la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende. Además impondrá la Orden Mexicana del Águila Azteca a la senadora Isabel Allende Bussi en una ceremonia donde se presentarán libros sobre el exilio con la presencia de algunos chilenos que fueron acogidos en México tras aquella operación militar que encabezó el general Augusto Pinochet.
Fue recibido a las 23:15 horas por el canciller Alberto van Klaveren, quien resaltó la presencia simbólica de México por haber sido un país “extremadamente solidario” al alojar a perseguidos de la dictadura y recibir a la familia de Allende.
Invitado por su homólogo chileno, Gabriel Boric –con quien sostendrá un encuentro privado en el Palacio de La Moneda–, López Obrador realiza apenas su segunda gira por América Latina a poco más de un año de concluir su mandato. Poco propenso a los viajes internacionales, aceptó ir por su admiración a Allende, a quien ha calificado de demócrata y pacifista, víctima de las ambiciones militares en aquel entonces.
El cruento ataque castrense al Palacio de La Moneda marcó, por décadas, las relaciones bilaterales México-Chile, desde las primeras horas de ocurrido cuando la embajada de México en esa nación andina abrió las puertas para dar cobijo a integrantes de la Unidad Popular (UP) –la coalición de partidos de izquierda que había llevado a Allende a la Presidencia–, como colofón de los estrechos vínculos que se forjaron entre Allende y el presidente Luis Echeverría, cuya política exterior progresista contrastaba con la guerra sucia emprendida en México.
Entre quienes aceptaron la protección de México se encontraba la viuda de Allende, Hortensia Bussi, y dos de sus hijas, entre ellas la senadora que será condecorada. La diplomacia mexicana organizó entonces una operación para que a través de una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana trasladaran a México a los familiares del depuesto mandatario y más de un centenar de miembros de la UP.
Con Gonzalo Martínez Corbalá, embajador de México en Chile, se diseñó una estrategia que permitió el traslado a México de miles de chilenos, consolidándolo como uno de los países que más desplegó apoyo a los perseguidos políticos de la dictadura militar. La Casa de Chile en México se fundó un año después de consumado el golpe y funcionó hasta la década de los 90.
Durante su gira de dos días a Chile, el mandatario mexicano tiene acordada este domingo una reunión bilateral con el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, con la cual abrirá sus actividades oficiales en esta ciudad. Luego se dirigirá al Palacio de La Moneda, donde tendrá una recepción oficial con Boric y posterior mensaje a medios.
Por la noche acudirá a la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores a la cena de honor que brindará Boric a los invitados al encuentro internacional La democracia, patrimonio universal: 50 años del golpe de Estado en Chile.
El lunes asistirá al acto conmemorativo con la presencia de diversos jefes de Estado que fueron invitados por el presidente chileno.
Para este domingo, por ejemplo, está programada una marcha exclusivamente de mujeres que durante por lo menos una hora recorrerán en silencio, una y otra vez, portando velas, el entorno del Palacio de La Moneda, la sede del gobierno; la misma que aquel 11 de septiembre de 1973 fue sometida por los militares golpistas al asedio de centenares de tropas y al bombardeo aéreo y terrestre durante cinco horas, hasta que el incendio declarado hizo imposible al presidente Allende y sus leales continuar resistiendo.
El gobierno no ha entregado el detalle de cómo transcurrirá la ceremonia del lunes 11, un solemne acto político y cultural. Sólo se conoce que además de Boric, también pronunciarán discursos la senadora Isabel Allende, hija del fallecido líder socialista, y también una representante de la organización Madres de Plaza de Mayo, de Argentina.
Estarán presentes los gobernantes de siete países que comenzaron a llegar a Santiago el sábado, entre ellos López Obrador, Frank-Walter Steinmeier (Alemania), Alberto Fernández (Argentina), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia), Marcelo Rebelo de Sousa (Portugal) y Luis Lacalle Pou (Uruguay).
Boric y sus pares firmarán un documento que, entre otros puntos, llama a “cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el estado de derecho”, lo mismo que a “enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia, nunca con menos, condenar la violencia, y fomentar el diálogo y la solución pacífica de las diferencias, con el bienestar ciudadano en el horizonte”.
En cuanto a ex gobernantes, estarán Juan Manuel Santos y Ernesto Samper (Colombia), Laura Chinchilla (Costa Rica), Felipe González (España), Tarja Halonen (Finlandia), José Mujica (Uruguay), Massimo D’alema (Italia) y el canciller dominicano Roberto Álvarez.
Luego del acto solemne, en la aledaña Plaza de la Constitución tendrá lugar un acto cultural y también una marcha hasta la tumba de Allende en el Cementerio General de Santiago y hasta el memorial de los ejecutados políticos y detenidos desaparecidos, ubicado también allí.