Berlín. El Vaticano ha ordenado una investigación a clérigos católicos de alto rango en Suiza con relación a casos de abuso sexual, señaló la Conferencia Episcopal suiza el domingo.
El grupo indicó en un comunicado que había acusaciones contra varios obispos en activo y jubilados, así como contra otros clérigos, por su manejo de los casos de abuso.
En específico, se les acusa de encubrir dichos casos. También existen acusaciones de que algunos de ellos cometieron agresiones sexuales en el pasado.
“Hay acusaciones contra algunos de ellos de haber cometido agresiones sexuales”, indicó el grupo.
Según la conferencia episcopal, el Vaticano recibió una carta en mayo en la que se detallan las acusaciones, y subsecuentemente designó al obispo suizo Joseph Bonnemain para encabezar una pesquisa preliminar en junio.
Bonnemain tiene antecedentes de investigación de abusos sexuales en la Iglesia, detalló el comunicado.
El padre Nicolas Betticher, sacerdote en la iglesia Bruder Klaus en Berna, confirmó a The Associated Press que él había escrito la misiva, la cual salió a la luz horas antes el domingo en un reporte publicado por el diario Blick.
La carta, a la cual Blick dijo que había tenido acceso, acusa a seis obispos de haber encubierto casos de abuso. Además, un obispo y tres sacerdotes están acusados de haber abusado sexualmente de adolescentes, indicó el periódico.
En una entrevista telefónica, Betticher dijo a la AP que escribió la carta motivado por la exhortación del papa Francisco a miembros del clero para “anunciar" cualquier indicio de abuso sexual o encubrimiento con el que se hayan encontrado, así como por años de expresiones fingidas de aflicción, acompañadas de inacción, sobre los casos de abuso sexual, lo cual frustró los intentos de las víctimas y sus familiares por obtener justicia y la verdad.
Insinuó que la Iglesia católica había profesado hacer un importante ajuste de cuentas e iniciativas para reforzar el derecho canónico en torno a los casos de abuso y acoso sexual en los últimos años, pero que los errores persistían.
“Hace 20 años no teníamos suficientes fundamentos jurídicos y por lo tanto cometimos muchos errores”, dijo Betticher. “Ahora, veo que durante 10 años hemos seguido cometiendo errores, y actualmente existe una especie voluntad para ocultar algunas cosas, o para no ser preciso, y para no implementar las verificaciones (sobre las acusaciones de abuso sexual)”.
“En la actualidad ya no podemos darnos el lujo de simplemente decir: ‘Ah, sí, lo sé, pero no lo hice muy bien, pero lo haremos mejor la próxima vez’. Eso se acabó”, agregó Betticher. “Desacredita completamente a la Iglesia. Y eso es lo que me preocupa, porque en esencia, las personas nos dicen: ‘Ya no queremos venir, nos vamos de la Iglesia’. Y eso, para mí, es inaceptable”.