Guadalajara, Jal., Actrices, actores, directores, todos coincidieron que este año la edición 65 de la ceremonia de entrega de los premios Ariel es una muestra del talento de las mujeres en todos los ámbitos de la industria del cine, pero también que esa incursión ha depurado las temáticas que aunque siguen siendo amplias tienen especial énfasis en la realidad social que vive el país.
Entrevistada como el resto durante la alfombra roja previa a la ceremonia desarrollada en el Teatro Degollado, la actriz y presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas, Leticia Huijara, dijo que eso se debe a que el cine siempre será el reflejo de la sociedad, aunque la principal responsabilidad de éste “es hacer buenas películas”.
“Si unas te hacen llorar y otras te hacen reír es fantástico, es parte de la variedad pero los cineastas no tienen que ser quienes encabecen modificaciones de tal o cual índole social, eso les toca a los políticos y tendrían que hacerlo bien”, señaló.
Afirmó que desde el año pasado en que la ceremonia de los premios Ariel fue dedicada a las mujeres, para esta ocasión “tenemos un montón de nominadas” en lo que calificó como “una coincidencia maravillosa que muestra que nosotras estamos preparadas, somos talentosas”.
La actriz Ofelia Medina manifestó sentirse feliz y emocionada de esa preponderancia de las mujeres en el arte industria, porque indicó que cuando empezó en el cine hace más de 50 años “no había ninguna directora, existía Matilde Landeta pero ya no hacía cine aunque afortunadamente volvió a hacer, pero hoy en día México es vanguardia de buenas directoras y se debe a que las mexicanas somos muy chingonas”.
Dijo que el notable giro hacia temáticas más sociales en las nominaciones de la academia este año tiene que ver con que “cuando la mujer entra a narrar sus historias son mucho más sociales, por eso vemos los temas de las madres buscadoras, las mujeres de los desaparecidos”.
María Rojo declaró que hoy las historias son más auténticas, con mucha personalidad y que ponen en el centro a las mujeres, lo cual no sucedía salvo con “mis tres directores: Felipe Cazals, Arturo Ripstein y Pons”.
Otra actriz que celebró el momento femenino que se refleja en esta edición de los premios fue Karla Souza, quien expuso que le gusta que las mujeres tengan tal presencia y que hagan temas que no sean sólo de mujeres, como contar historias de romance y amor, sino ahora pongan en evidencia las “masculinidades tóxicas”.
Arcelia Ramírez, resaltó que es tal el momento en que las mujeres están presentes este año que por ejemplo la nominación de ella coincide con la de su hija Emilia Berjón, y expresó que es “muy emocionante que haya tantas nominadas y en todos los rubros en general, guionistas, directoras de arte, directoras, actrices, creo que esta ceremonia está dando cuenta que las mujeres están ocupando su lugar”.
Alejandro G. Iñaŕritu, quien junto a Karla Souza y Alfonso Herrera fue el más aplaudido por los cientos de personas que se reunieron afuera del teatro Degollado para ver el paso de los famosos, expresó que el cine se trata de eso, de hablar de la realidad que se vive y este año es un reflejo muy fiel “de lo que está sucediendo en México”.
“He tocado temas como la migración, llevó cuatro proyectos que tocan acerca de esa desafortunada naturaleza humana”, aseguró.
Poncho Herrera sostuvo que el momento de las mujeres se debe a que “tenemos compañeras increíblemente talentosas”, quienes cuentan una gran variedad de temáticas en sus obras, pero enfatizan el rostro social como un reflejo de lo que sucede en el país.
Daniel Giménez Cacho atribuyó la creciente presencia femenina en el cine nacional “a un esfuerzo de conciencia de quien escoge, de quien vota, a decir ya, abramos nuestras mentes, saquémonos ya las orejeras del patriarcado y, si tiene que ser a huevo, que sea a huevo, si hace falta romper algunos cristales hay que romperlos.
“En cuanto a los temas sociales que impregnan el cine me hace sentir orgulloso de ser parte de esto, estar en México y que lo que nos está pasando pueda llegar a la gente, aunque tenemos muchas cosas que resolver como que las películas se puedan ver, porque la distribución sigue siendo nuestro problema, debe arreglarse a alto nivel, entre gobiernos, consorcios, es una batalla del mercado.”
Uno de los últimos en pasar por la alfombra roja fue el gobernador anfitrión, Enrique Alfaro, quienreiteró la invitación a la Academia para que el año próximo Guadalajara de nuevo sea sede de la ceremonia de los Arieles, aunque todavía no ha recibido respuesta.
“Nos daría mucho gusto, creemos que más allá de esta coyuntura que nos permitió ayudar en una situación difícil sobre todo por temas presupuestales, lo que queremos es que Guadalajara pueda ser considerada como una opción de sede permanente”, afirmó.
Dijo que de repetirse la ceremonia en esta ciudad, sería fundamental para fortalecer la apuesta de consolidar a Jalisco “como el principal hub de la industria audiovisual de México y Latinoamérica”.