Secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México desde octubre de 2019, Omar García Harfuch presume en su gestión una reducción de 58 por ciento en los índices delictivos, lo que ha permitido que la percepción de inseguridad entre los capitalinos se reduzca 36 puntos porcentuales, según reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Nacido en la capital hace 41 años, aunque fue registrado en el estado de Morelos, ocupó diversos cargos en la desaparecida Policía Federal Preventiva, en la que logró la captura de capos como Dámaso López, El Licenciado, y los ex gobernadores de Veracruz Javier Duarte y de Quintana Roo Roberto Borge, acusados de corrupción.
Como jefe de la policía local dio fuertes golpes a grupos criminales dedicados al narcomenudeo y la extorsión, con la detención de cabecillas de organizaciones como la Unión Tepito, la Antiunión y el cártel de Tláhuac, entre otros.
Ante estos resultados y la reducción de todos los delitos de alto impacto, incluido el homicidio doloso, la entonces jefa de Gobierno y hoy coordinadora de la defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum, destacó su labor al frente de la secretaría y en la construcción de “la mejor policía del país”.
En junio de 2020 sobrevivió a un ataque perpetrado en las inmediaciones de su domicilio y que se adjudicó al cártel Jalisco Nueva Generación. Se encontraba dentro de su camioneta cuando le dispararon más de 400 balazos; en ese acto murieron dos de sus escoltas, así como una mujer que circulaba por la zona, mientras él resultó lesionado.
Hijo del ex titular de la Dirección Federal de Seguridad y ex dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Javier García Paniagua, y la actriz María Sorté, cuenta con dos licenciaturas en derecho y seguridad pública; además, tomó diversos cursos impartidos en instituciones como la Universidad de Harvard, la FBI y la DEA.
En su paso por la Policía Federal fue condecorado en dos ocasiones al mérito policial y aunque se ha pretendido involucrarlo en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, ha rechazado de manera tajante esa versión.