Durante más de un año, Eduardo, quien vive con diabetes tipo 1, tuvo una herida abierta en su pie. Ningún tratamiento fue efectivo para lograr la cicatrización y cada día se acercaba más a la decisión médica de amputarle la extremidad. En ese momento llegó al Hospital Regional Zaragoza del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), del que es derechohabiente, un programa para el uso del medicamento cubano Heberprot-P.
Luego de tres semanas de uso del producto, el paciente que hoy tiene 23 años, tenía prácticamente cerrada la herida, la que tuvo tal profundidad que ya se veía el hueso. Eduardo pudo dejar las muletas, volver a caminar y reincorporarse a su vida cotidiana. Fue uno de los 82 pacientes que en 2019 se beneficiaron del tratamiento desarrollado en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba. Del total de personas que accedieron al medicamento, 90 por ciento logró el cierre de la lesión.
De acuerdo con información oficial, en México viven 14 millones de personas con diabetes y cada año se registran alrededor de 70 mil amputaciones por pie diabético, por lo que contar con el producto biotecnológico de la isla tendría un alto impacto en la salud de las personas, aseguró Julio Baldomero Hernández, director de Investigaciones Clínicas del CIGB.
En un periodo de tres años, esta realidad podría cambiar, sostuvo el investigador y planteó que ahora, después de la pandemia de covid-19, se podría retomar la colaboración del CIGB con el sistema nacional de salud para este fin.
En junio de 2006 Heberprot-P obtuvo el registro sanitario en ese país del Caribe, tiene derechos de patente en 47 países y su uso se ha extendido para beneficio de más de 450 mil pacientes en el mundo. Está indicada para todo tipo de úlceras del pie diabético (UPD).
Durante una conferencia realizada en la sede de la embajada de Cuba en México, el especialista destacó que la UPD es una de las principales complicaciones de la diabetes. Se presenta en 15 por ciento de los enfermos, en la mitad de los cuales las heridas nunca cicatrizan por lo que están en riesgo de perder la extremidad.
Los científicos cubanos desarrollaron Heberprot-P, único y primero en su clase, afirmó Baldomero Hernández, el cual contiene el Factor de Crecimiento Epidérmico Humano Recombinante, es decir, se crea mediante ingeniería genética.
En condiciones normales, las personas producen dicho factor de crecimiento epidérmico. Está presente en todos los fluidos corporales, principalmente en la saliva. Favorece la organogénesis (formación de los órganos de un ser vivo en desarrollo) y la reconstrucción de los tejidos.
El experto comentó que la sustancia interviene en diferentes procesos de cicatrización, pero las personas con diabetes tienen déficit del factor de crecimiento epidémico natural. Por eso las heridas no cicatrizan. Con Heberprot-P se restituye el factor que es deficitario en el organismo y, dependiendo de la persona y las características de la herida, se logra la recuperación de tejido, cicatrización y cura en un periodo de dos a seis semanas, en promedio.
Tiene registro sanitario
Sobre la experiencia en México, Baldomero Hernández comentó que Heberprot-P tiene registro sanitario otorgado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios en 2018 y ya lo renovó por cinco años más al 2028.
Una vez que obtuvo el registro y fue incluido en el cuadro básico de medicamentos (hoy Compendio Nacional de Insumos para la Salud), el producto se aplicó a enfermos del Issste y del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios. Demostró su eficacia, seguridad y calidad en el manejo de la UPD.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social se hizo un estudio de costo efectividad y se comprobó que por cada peso invertido en la compra del medicamento, se ahorra entre 11.5 y 12.5 pesos por disminución de amputaciones, antibióticos y material de curación.
Se encontró que de 100 pacientes a los que se atendió con Heberprot-P,sólo 14 tuvieron que ser amputados, contra 24 que fueron atendidos con la terapias tradicionales. Cada amputación le cuesta más de 150 mil pesos al Seguro Social.
Además, por cada paciente que pierde una extremidad se genera un costo de indemnización de casi 1.4 millones de pesos y se consideró que en tiempo significa al menos 11 años de discapacidad por persona.
Baldomero Hernández dijo que el estudio se podría actualizar y aseguró que los resultados serán similares. Subrayó que con la colaboración comercial, el CIGB de Cuba aporta el soporte académico, cursos de capacitación para el personal médico y de enfemería en el uso de Heberprot-P.