El director estadunidense Brad Lubman afinó cada detalle con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) en el ensayo rumbo al concierto con el que se musicalizará en vivo el filme 2001: Odisea del espacio, obra maestra de ciencia ficción de Stanley Kubrick, a 55 años de su estreno.
En el Centro Cultural Ollin Yoliztli, las ejecuciones de los más de 90 músicos, bajo la dirección huésped de Brad Lubman inundaron la mañana de ayer la Sala Silvestre Revueltas para armonizar y afinar aspectos técnicos del espectáculo que se efectuará el domingo en el Auditorio Nacional, donde también intervendrá el Ensamble Coral Cuícatl, de Rodrigo Cadet, con 65 impresionantes voces.
Para Lubman, la experiencia de dirigir el cine concierto “es que tengo en la pantalla un código de tiempo que está adscrito a la partitura, con una diferencia de unos tres segundos, lo que marca una gran diferencia para que me proyecte bien, de una manera más fluida, libre e interpretativa, y sobre todo un poco menos difícil”.
El director enfatizó: “Fue una grata sorpresa encontrarme con este nivel de preparación del coro y la orquesta, que responden rápidamente a las indicaciones y mis sugerencias de esta música, en especial en las polifonías”.
Ahora se podrán disfrutar en la pantalla gigante del Auditorio Nacional, de más 195 metros cuadrados, con proyección UHD Laser, que es 10 veces más potente que la tecnología IMAX, las más famosas secuencias de esta cinta, aclamada por el espléndido uso de la música y su realismo tecnológico.
La musicalización en vivo de la obra de Kubrick, en la que participarán más de 150 músicos y voces, marcará el comienzo de los festejos por el 45 aniversario de la OSCM. “Es importante, además, porque se recuerda el centenario del compositor húngaro György Ligeti”, señaló Claudia Curiel de Icaza, titular de la Secretaría de Cultura capitalina.
Narrativa no verbal
El guion, basado en el relato El centinela, de Arthur C. Clarke, fue escrito por Stanley Kubrick y Clarke, novelista y científico británico, que optó por centrarse en los detalles de la expedición espacial al tiempo que Kubrick priorizó una narrativa no verbal, la cual impulsó a la música como principal recurso para crear emociones.
La película cuenta con las piezas orquestales Also Sprach Zarathustra (Así habló Zarathustra, 1896), de Richard Strauss; la suite del ballet Gayane (adagio), de Aram Jachaturián (1942), y El Danubio Azul (1866), de Johann Strauss, obra que musicalizó una de las secuencias más memorables del cine, cuando una nave espacial flota serenamente por el espacio al ritmo de los acordes de este vals.
También destacan “las vanguardistas” Atmosphères (1961), el fragmento Kyrie del Requiem (versión revisada de 1997) y Lux Aeterna (1966), de György Ligeti. “Es importante mencionar que por primera vez en México se tocan en vivo estas últimas obras, lo cual es un lujo”, agregó Curiel de Icaza.
Kubrick, recordó Lubman en charla con los medios de comunicación durante un receso, “fue más compositor que cineasta, pues sin que la música estuviera escrita para la cinta, hizo que las obras de Richard Strauss, Johann Strauss, Aram Jachaturián y György Ligeti funcionaran perfectamente con cada escena, como si hubiera existido un acuerdo entre él y los compositores, lo que hace que tocarla en vivo tenga un alto nivel de complejidad”.
El cine concierto se suma al proyecto estrenado en junio de 2010, presentado en asociación con Warner Bros., el Southbank Centre de Londres y el British Film Institute, que ha recorrido 34 ciudades del mundo con múltiples funciones y con una partitura hecha a la medida gracias a la participación de la Orquesta Filarmónica de Londres y del director André de Ridder.
2001: Odisea del espacio, estrenada en abril de 1968, obtuvo cuatro postulaciones al premio Óscar, en las categorías de mejor director, mejor dirección de arte, mejor guion original y mejores efectos visuales, de las cuales Kubrick ganó esta última, gracias a su técnica fílmica vanguardista.
La cita es el domingo a las 18 horas en el Auditorio Nacional.