Ciudad de México. Marcelo Ebrard abandonó, antes de que concluyera, el proceso interno en el que se definió a Claudia Sheinbaum como eventual candidata presidencial para 2024.
Con evidente molestia, el ex canciller tachó a la dirigencia de su partido de ser “cobardes”, presuntamente por enviar policías a impedir el paso al conteo final y golpear a sus representantes, entre otros la senadora Martha Lucía Mícher. Morena, acusó, se parece cada vez más al PRI del pasado y al final del día, rechazó aceptar un cargo de “consolación”.
Aunque adelantó que será el lunes cuando definirá su futuro, junto con los integrantes de “su movimiento”, puntualizó que “me están obligado a elegir entre Morena y defender lo que yo quiero”. Su postura la presentó horas después de que su representante en el proceso, la senadora Mícher, anticipó que no dejarían el partido guinda, pero insistió que se debe limpiar el proceso.
Las denuncias de Ebrard y su equipo fueron escalando desde que empezó el levantamiento de las encuestas. Y al arrancar ayer la apertura de los paquetes, refrendaron su “preocupación” por lo que consideraron múltiples irregularidades.
Desde la mañana y a lo largo del día, ebrardistas presentaron múltiples quejas públicas y amenazaron que sólo continuarían su participación “siempre y cuando no se ponga en riesgo el proceso democrático”.
Apenas con unos minutos de haber iniciado el cómputo final, a las dos de la tarde, Ebrard ofreció un nuevo mensaje ante sus seguidores en un hotel a dos cuadras del World Trade Center, donde se desarrollaba el cómputo.
Ahí expresó su preocupación porque, dijo, ya había 14 por ciento de urnas anuladas: “Hemos encontrado incidencias en una proporción muy superior a lo que habíamos previsto, por eso se tardó tanto todo el proceso. Lo que quiero decir es que nosotros afirmamos que esto debe reponerse, es decir, ya no tiene remedio”.
En seguida, Martha Delgado relató la serie de incidencias reportadas, entre ellas paquetes sin actas o con menos boletas de las 10 acordadas en cada urna, intervención de funcionarios públicos.
Ebrard estaba por terminar la declaración cuando Martha Lucía Micher tomó el micrófono para acusar que, cuando buscó ingresar al WTC para entregar los gafetes a sus representantes en el conteo, no se los permitieron porque “había instrucciones de que nadie puede entrar”.
Narró que personal del partido pidió la presencia de policías, cuando ella y legisladores rompieron el cerco de seguridad para dar portazo, y ahí el equipo de seguridad los contuvo, en medio de jaloneos y gritos. En su versión, Mícher aseguró que los golpearon.
#VideosLaJornada @MaluMicher y el equipo de @m_ebrard intentan ingresar a la fuerza al WTC para el conteo final de las #boletas para definir a quien coordinará los comités de defensa de la # 4T. Elementos de seguridad les impidieron el paso.
— La Jornada (@lajornadaonline) September 6, 2023
Nota: https://t.co/LCedRxp4c1 pic.twitter.com/QJA4wQbVz8
“¡Fraude, fraude!”, exclamaron los seguidores de Ebrard, quien desde ese momento dejó en claro que no acudiría a la presentación de los resultados. Lamentó “lo que han hecho hoy con la policía… ¡y qué cobardes Mario Delgado y (Alfonso) Durazo y todos los que están allá adentro!” Sus seguidores secundaron “¡fuera Mario, fuera Mario!”
Quienes lo representaban en el cómputo decidieron dejar el centro de convenciones, y en entrevistas radiofónicas, Ebrard dio por concluida su participación en el proceso interno.