Buenos Aires. El gobierno de Argentina ordenó retirar al difunto dictador chileno Augusto Pinochet las dos condecoraciones que se le habían otorgado en años anteriores.
A menos de una semana de cumplirse 50 años del golpe militar en Chile, el presidente Alberto Fernández firmó un decreto por el cual canceló aPinochet las condecoraciones recibidas por la Orden de Mayo y la Orden del Libertador San Martín, así como el uso de sus insignias, confirmó ayer la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti.
“No es razonable que quien asaltó el poder y ejecutó políticas que avasallaron la vida y degradaron la condición humana pueda invocar la dignidad que las condecoraciones otorgadas suponen”, señala el texto del decreto.
La Orden de Mayo se otorga a civiles, militares y extranjeros que se hayan distinguido por sus servicios y obras personales que merezcan la gratitud de la nación argentina.
Pinochet recibió las condecoraciones, ambas en grado de Gran Cruz, en 1975 y 1993, respectivamente. El primero durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón y el segundo con Carlos Menem.
La Orden del Libertador San Martín le fue otorgada por el dictador argentino Jorge Rafael Videla en 1976.
El próximo lunes se cumplirán 50 años del derrocamiento del presidente Salvador Allende que dio paso a la dictadura de Pinochet, la cual duró 17 años.
El dictador falleció en su cama en 2006 y sin pagar por ninguno de sus crímenes.
El presidente Fernández se basó en el reglamento de las condecoraciones, según el cual se puede suspender o cancelar el uso de insignias “por cualquier acto incompatible con la dignidad de la Orden”.
Según el decreto de la presidencia de Argentina, Pinochet suspendió tras el golpe de 1973 “las garantías propias del estado de derecho e implementó una política de persecución y violación de los derechos humanos y a causa de ello fueron asesinados numerosos opositores y militantes políticos”.
Pinochet, señala el decreto, “ideó e impulsó conjuntamente con otras dictaduras cívico-militares del continente el Plan Cóndor de cooperación clandestina para perseguir militantes políticos opositores fuera del territorio de sus países”.
El texto añade que Pinochet no es merecedor de la gratitud de la nación Argentina”, comentó la portavoz Cerruti. “Su accionar ofende los valores y principios rectores de nuestros próceres, resultando incompatible con esas condecoraciones”.