Una motivación política está detrás de la presión que empresas petroleras de Estados Unidos, país que el próximo año celebrará elecciones presidenciales, ejercen sobre el gobierno de aquel país para que presione al de México a cambiar la política de control del Estado sobre los energéticos, señalaron analistas.
La agencia Reuters dio a conocer ayer que el gobierno de Joe Biden ha pedido a firmas energéticas que preparen una serie de declaraciones juradas que documenten cómo las políticas proteccionistas de México, como las califica, han limitado sus inversiones, lo cual llevaría a un panel de controversias bajo los términos firmados en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) (https://bit.ly/3EvbvJo).
A decir de analistas consultados por La Jornada, la eventual petición a las firmas estadunidenses representa un movimiento impulsado por las compañías energéticas de aquel país en vísperas de los comicios que habrá el próximo año para renovar la presidencia, tanto en México como en Estados Unidos.
También consideraron que es un mecanismo que buscan para que el próximo año Estados Unidos pueda contrarrestar el incremento que habrá en los precios de crudo a escala internacional.
“Evidentemente las empresas de energía están presionando a su gobierno para que éste presione a México y puedan resolver el tema de las inversiones antes de que concluyan la administración de Biden y de López Obrador. En Estados Unidos hay un interés de que las diferencias se resuelvan, sobre todo por la incertidumbre del lado mexicano”, comentó Arturo Carranza, especialista del sector energético, a consulta de este diario.
Si bien la noticia causó sorpresa, apuntó, ya que no había indicios de que el gobierno estadunidense fuera a resolver las disputas energéticas mediante un panel bajo el T-MEC, se debe considerar que Estados Unidos es el principal exportador de gas natural y de combustibles al país.
En ello coincidió Ramsés Pech, analista de energía, quien a su vez expuso que el mercado de crudo a escala internacional da señales de recuperación para el próximo año, misma que es impulsada por Rusia y Arabia Saudita. “Entonces, si sube el crudo, suben las gasolinas, y si aumentan las gasolinas en Estados Unidos, sube la inflación, así que el gobierno estadunidense básicamente le dice a México ‘dame una mano’”.
Pech planteó también que se debe considerar que Estados Unidos es el país que tiene una mayor influencia en la inversión extranjera directa (IED) de México, y en el sector energético las firmas estadunidenses son las que más recursos dejan.
En este sentido, ambos analistas precisaron que el hecho que el gobierno mexicano haya, desde el inicio de este gobierno, dejado de dar permisos y otorgado prioridad a las empresas productivas del Estado, como son Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), les genera incertidumbre y quieren tener más libertad para ejecutar sus planes.
Según la agencia Reuters, firmas como Chevron y Marathon Petroleum son aquellas que buscaban expandirse en México, mismas que se han quejado por los privilegios que tienen CFE y Pemex ante los reguladores nacionales.