La historia de Fátima, una adolescente que es atacada con ácido, cuya vida se transforma pero mantiene intacta la amistad de sus amigas, es la trama que presenta la dramaturga Gabriela Román Fuentes en la obra Pulsar.

El proyecto escénico está dirigido por Rocío Belmont. Aborda la violencia de género y la sororidad. Se presenta hasta el 25 de octubre en el Foro Shakespeare.

En entrevista con La Jornada, Belmont comentó que las agresiones con ácido a mujeres se han incrementado, y “cada vez están más presentes en la vida cotidiana”, lo que se relaciona con la violencia de género.

“Antes eran hechos aislados, pero este delito es cada vez mayor. La obra retrata la vida de tres adolescentes que comparten su cotidianidad escolar y cómo son sus primeras relaciones amorosas, así como la forma en que ese primer amor se puede transformar en odio y llega a la agresión con ácido.

“Es importante que este problema sea puesto en escena, porque como decía Bertold Brecht, hay que mostrar la realidad como transformable, y nosotros mostramos lo que pasa, con la esperanza de evitar esa violencia y, sobre todo, cómo acompañar a nuestros hijos adolescentes, de manera que esto no sea un tópico cada vez más común.”

La puesta en escena comienza cuando Fátima llega a una nueva secundaria y conoce a Alba y Aurora, gemelas que se vuelven sus mejores amigas. En una fiesta también conoce a Manuel y se hacen novios, pero ella termina con él al poco tiempo. Él intenta regresar con ella, pero la joven se niega; entonces, él la acosa y difunde chismes sobre su relación. Más tarde, abusa de la adolescente y difunde un video de esta agresión.

Fátima lo acusa, pero las autoridades escolares no hacen nada, así que la ella, con sus mejores amigas, denuncian con pintas la violencia que han sufrido, las cuales se hacen virales. Manuel se venga y le arroja ácido a la chica, quien tras semanas de luchar por su vida se recupera, apoyada por sus amigas, que no han dejado ni dejarán de exigir justicia.

“La dramaturga tiene experiencia con el público joven porque éste no está exento de la realidad que está a su alrededor. La obra es para todos, pero es importante que la vean las jóvenes audiencias y que puedan prevenir este tipo de situaciones y defenderse de estos comportamientos, que hemos normalizado. Creo que eso se puede cambiar y también nuestra forma de relacionarnos con el otro sin necesidad de llegar a un ataque de violencia o normalizarla”, explicó Belmont.

Pulsar se mete en las venas del espectador y late desde ahí. Hay humor, lágrimas, muchas emociones y energía electrizante.

Rocío Belmont indicó que el trabajo escénico se centra en las actrices que interpretan a las adolescentes, quienes son mayores edad y de alguna forma visitan su propia juventud y su propia inocencia; así, el público también puede “mirar mejor” el problema.

“Toda la puesta en escena es muy física. Intenté que fuera a un ritmo muy vertiginoso y al mismo tiempo dejar un escape y que el espectador tenga sensaciones y no sea pasivo frente a lo que está mirando”, agregó la directora.

Producida por Shakespeare & Cía., se presentará todos los miércoles a las 20:30 horas hasta el 25 de octubre en el Espacio Urgente 2, del Foro Shakespeare (Zamora 7, colonia Condesa).

Al final de las funciones del 20 de septiembre y 4, 11 y 25 de octubre habrá conversatorios en torno a la violencia de género, los feminicidios y aspectos legales acerca de la violencia con químicos. También se compartirán testimonios con mujeres sobrevivientes de ataques con ácido.