Como en pocos casos ha sucedido en esta legislatura, el Senado ratificó ayer por unanimidad de 98 votos, el nombramiento de Alicia Bárcena como secretaria de Relaciones Exteriores, durante una sesión en la que el PRI pidió evitar que la política exterior se dirima en las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tras rendir protesta ante el pleno de la Cámara a casi tres meses de su nombramiento, la funcionaria resaltó que todos los temas que el mandatario aborda en sus conferencias de prensa que tienen que ver con las relaciones exteriores los han conversado previamente durante la reunión del gabinete de seguridad.
Aseguró que lo ha mantenido informado todo el tiempo y que él siempre está atento a lo que plantea la dependencia a su cargo.
En conferencia de prensa y ante las recurrentes versiones de que Estados Unidos busca influir en las elecciones de México, Bárcena señaló que ningún país debe meterse o inmiscuirse en los comicios nacionales. Este es un proceso soberano en el que los mexicanos “somos los que tenemos la palabra”, subrayó.
Aseguró no ver que Washington quiera incidir en las elecciones del próximo año; por el contrario, “veo que ellos están interesados en que México sea un país más estable, con seguridad y que haya democracia, que es lo que deseamos todos. No veo ninguna interferencia”.
La ex embajadora en Chile precisó que ya se actúa frente a quienes pretenden utilizar a los mexicanos para hacer campaña en Estados Unidos, como es el caso de los gobernadores de Florida y Texas. “Hemos actuado con firmeza porque tenemos instrumentos para hacerlo y, por lo tanto, los vamos a aplicar en toda su amplitud”.
Bárcena también abundó que la cancillería analiza la extradición a Estados Unidos de Ovidio Guzmán, acusado de narcotráfico. Recordó que el expediente le llegó la semana pasada, por lo que se está estudiando. En cuanto se tenga una decisión, se informará al respecto.
Junto a la canciller también fueron confirmados por unanimidad los nombramientos de Laura Elena Carrillo y Joel Hernández como subsecretarios para América Latina y el Caribe y para Asuntos multilaterales, respectivamente.
Durante el debate en el que la funcionaria fue reconocida por todas las fracciones parlamentarias por su trayectoria diplomática, el senador Napoleón Gómez Urrutia (Morena) apuntó que a ella y a su equipo de trabajo les apasiona lo que hacen y eso se traduce en resultados favorables.
Apuntó que la diplomática está más que preparada para ser la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y celebró su postura de ser socios constructivos con Estados Unidos, y al mismo tiempo alzar la voz contra actos inhumanos que contravienen el espíritu colaborativo, como la instalación de un muro flotante en el río Bravo.
La priísta Beatriz Paredes dijo saber que la funcionaria es secretaria y no ministra, pero “espero que su capacidad de persuasión evite que la política exterior se dirima en las mañaneras.
Germán Martínez, del Grupo Plural, pidió a la ex embajadora en Chile que cumpla con los principios de política exterior en cuanto a la promoción y protección de derechos humanos en Nicaragua. También que se normalice la relación con Perú y España.