Buenos Aires. Una multitud asistió ayer a la misa celebrada en desagravio al papa Francisco por “los ultrajes” del candidato presidencial ultraderechista Javier Milei, quien lo calificó de “imbécil” y de “jesuita que promueve el comunismo; personaje impresentable y nefasto, y representante del maligno en la Tierra”.
La misa se celebró en un altar levantado en la villa miseria 21-24, donde está la parroquia de Nuestra Señora del Milagro de Caacupé, en el barrio de Barracas, adonde acudía los domingos y en fiestas religiosas el Papa, cuando era el arzobispo Jorge Mario Bergoglio.
Convocó a la misa el Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de Capital y Provincia de Buenos Aires.
El padre José María Pepe di Paola, calificó de “repudiables los ultrajes vertidos contra el papa Francisco”, en entrevista con la radio AM750. “Escuchamos las cosas que dijo, algunas se pueden sacar al aire, pero otras son impresentables”, así como las frases de Milei, cuando sostiene que “este hombre (el Papa) cree en la mierda de la justicia social”.
“Dice un disparate, porque la justicia social nace del mandamiento del amor. De una libertad bien entendida. Milei ha trastocado los valores del Evangelio”, agregó Di Paola. “Esta misa es un desagravio ante esta catarata de insultos vergonzosos para quien pretende ser presidente de la república”, indicó.
Además de los vecinos, asistieron dirigentes políticos, organizaciones sociales, sindicales y funcionarios como el ministro de Cultura, Tristán Bauer. “Si sólo despiertas leones, es lógico que se coman a los corderos más indefensos”, advirtieron unos 70 sacerdotes de villas y barrios populares de todo el país en un documento leído al final de la misa.
Por otra parte, en su homenaje a los responsables de la aplicación del terrorismo de Estado en Argentina, la candidata a vicepresidenta Victoria Villarruel, compañera de fórmula de Milei por el partido La Libertad Avanza, insultó a Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, que ha logrado recuperar a 133 de los más de 400 niños, hijos de desaparecidos, entregados a militares y policías, lo que ha valido a estas heroicas mujeres el respeto del mundo.
“Carlotto ha sido un personaje bastante siniestro para nuestro país, porque con ese cariz de abuelita buena la realidad es que ha justificado el terrorismo, ha hecho política desde siempre. Puede sentir dolor por la muerte de su hija, pero tiene que contar que su hija era combatiente de Montoneros.”
También la trató de “hipócrita”, ante lo cual las Abuelas advirtieron que esto “nos retrotrae a lo peor de nuestra historia” y recordaron que los genocidas argentinos cometieron crímenes de lesa humanidad, considerados imprescriptibles”, explicaron en un comunicado.