El valor total de los sueldos y salarios de los trabajadores en México lleva una recuperación de 22.4 por ciento respecto a su nivel más bajo, entre abril y junio de 2020, cuando los primeros cierres económicos por la pandemia de coronavirus expulsaron a más de 12 millones de personas de sus ocupaciones ya fueran formales o informales. Esa mejoría, sin embargo, no se sostiene en que, en general, los trabajadores ganen más, exhibe el Banco de México (BdeM).
Datos del organismo muestran que la masa salarial en México –la suma de las remuneraciones recibidas por todos las personas empleadas en el país– repuntó 22.4 por ciento en tres años. Ese avance se debe a que el número de ocupados creció 30.2 por ciento, pero en promedio los trabajadores mexicanos ganan 6.3 por ciento menos que al inicio de la crisis, de acuerdo con los datos expuestos por el BdeM en su más reciente informe trimestral.
La información del organismo exhibe que en general esa suma de salarios y trabajadores no ha dejado de crecer como parte de los determinantes del consumo en el país. Hay un mayor volumen de recursos en la fuerza laboral en su conjunto, que se puede usar para gastar en bienes y servicios. Sin embargo, más han crecido la confianza del consumidor y por encima de ambos indicadores, las remesas.
El Banco de México exhibió que, en cifras comparables, las confianza del consumidor –indicador que mide la percepción de las personas sobre la economía general del país y sobre su situación financiera personal– repuntó 42.9 por ciento en esos tres años, prácticamente el doble que el volumen en sí de recursos derivados del trabajo que circula en el mercado interno.
A la vez, el monto de remesas entre el segundo trimestre de 2020 y el periodo comparable de 2023 han registrado un avance de 58.4 por ciento, medido en dólares. Cuando se convierte este flujo de dinero a pesos, se hace patente la revaloración de la moneda mexicana frente a la estadunidense, dado que el crecimiento se queda en 2.3 por ciento.
Entre todos esos componentes la masa salarial ha sido empujada por una recuperación de los espacios de trabajo que la pandemia cerró, y la ampliación también de ocupaciones tanto en el sector formal como informal, pero esa caída de 6.3 por ciento en las remuneraciones promedio de cada persona ocupada en el país se debe a la inflación.