Venecia. En el Festival de Venecia, el director Woody Allen, desterrado de la industria cinematográfica estadunidense, prometió irónicamente “si alguien está lo suficientemente loco” como para financiarlo, volver a rodar en su ciudad, Nueva York .
Allen acudió al certamen para presentar su película 50, Golpe de suerte, filmada en París, en francés, con actores franceses.
“Cuando era joven, las películas que más nos impresionaban eran las europeas, francesas, italianas, suecas... Todos queríamos hacer cintas como las europeas”, comentó el realizador de 87 años ante la prensa.
Golpe de suerte es presentada fuera de competencia en la Mostra, y es la primera película de Allen en lengua no inglesa.
“Me siento como un auténtico cineasta europeo”, añadió.
El multipremiado Allen apenas ha trabajado en los últimos años en Estados Unidos, después de que resurgieran las acusaciones de agresión sexual de Dylan Farrow, a quien había adoptado siendo niña junto a su ex mujer Mia Farrow.
Los hechos, que salieron a la luz pública en 1992, fueron investigados por la policía y un fiscal estadunidense, que lo exoneraron.
El escándalo, sin embargo, volvió a resurgir en 2013, cuando Dylan, ya adulta lo acusó de nuevo.
Desde entonces, Allen ha ido redirigiendo su carrera hacia Europa. La capital francesa ya fue escenario de otra cinta de Allen hace 12 años, Midnight in Paris. El autor de Manhattan y Hannah y sus hermanas reconoció recientemente que está por cerrar su larga carrera.
Ayer, cuando se le preguntó sobre la idea de volver a filmar en Nueva York, bromeó: “Tengo muy buenas ideas para Nueva York, y si alguién sale de la sombra y dice ok, si está de acuerdo en darme el dinero y no entrometerse, ‘¡adelante!”.
“Si la gente está lo suficientemente loca como para estar de acuerdo con eso, ¡haré una película en Nueva York!”
Golpe de suerte es un drama de adulterio y crimen en un ambiente burgués, tema recurrente en el cine de Allen, rodado con los actores Lou de Laâge, Melvil Poupaud, Niels Schneider y Valérie Lemercier en los papeles principales.
Justicia para Graceland
Por otro lado Sofia Coppola rinde justicia a Priscilla Presley.
La directora estadunidense Sofia Coppola rindió justicia este lunes en la Mostra de Venecia a la esposa de Elvis Presley con Priscilla, película que revela la extraordinaria relación que mantuvo atada a la pareja durante años.
Hace poco más de un año el australiano Baz Luhrmann logró un gran éxito de taquilla con Elvis.
Realizador con reputación de independiente, Coppola se atreve a revisitar el mito, pero desde el punto de vista de Priscilla, a la que el rey del rock conoció en Alemania mientras cumplía su servicio militar.
Ella apenas tenía 14 años y él 24.
Con una mirada serena y lúcida, Priscilla aborda la relación de una adolescente (interpretada por la cantante y actriz Cailee Spaeny) que no solamente logra convencer a sus padres de que Elvis (Jacob Elordi) tiene buenas intenciones, sino incluso permitirle que se vaya vivir con él a su mansión de Graceland.
El rey del rock la instala en su casa y la inscribe en un colegio de monjas en Memphis para que termine su escolaridad, sin consumar nunca sexualmente su relación durante años, hasta que se casan (cuando ella tenía 21 años), insiste Priscilla.
“Fue muy dificíl para mis padres entender por qué Elvis estaba tan interesado en mí” explicó una emocionada Priscilla Presley en rueda de prensa en el Lido.
Como en Elvis, el cantante es retratado como hombre herido por la muerte de su madre, con un lado autodestructivo y enganchado a las drogas, algo que estuvo a punto de hacer naufragar también a su joven esposa. Se divorciaron en 1973.
Priscilla Presley, quien tuvo una hija con Elvis, es productora de la cinta, que concursa para el León de Oro. “No sé por qué confió tanto en mi, pero lo hizo”, comentó Priscilla, de 78 años, quien se ha desempeñado como actriz y presentadora.
“La gente pensaba que ‘era por el sexo’, pero no fue así. Nunca tuve relaciones con él [hasta la boda]. Era muy dulce, muy amoroso, pero también respetó que yo tenía sólo 14 años”, aseguró ante los periodistas.
El filme muestra también la enorme tensión de una joven que durante años de espera, tuvo que soportar las infidelidades del intérprete de El hotel de los corazones rotos.