Pues sí, el fenómeno mediático –si así se le quiere llamar–, que no político, la señora X demostró el domingo pasado sin dejo de duda que el PAN, el PRI y el PRD se hallan en un estado muy lamentable de inanición y que a ella le fue imposible revertir la extrema debilidad de esos organismos.
Fue pobre la asistencia al Ángel de la Independencia, donde Fox también montó la patraña anterior. La convocatoria de los medios que se convirtió en letanía por radio y televisión durante varios días, no sirvió. En el monumento, más allá de los acarreados y algunos curiosos, poca gente y menos ánimo.
Fue tan grande el fracaso que esos mismos medios, que hasta el sábado hablaban del “fenómeno social y político” que, según ellos, significaba la señora X, hallaron en los ciudadanos de a pie un buen pretexto para no señalar el poco entusiasmo que provocó su candidata entre los partidos.
Fueron tres organizaciones, dos de ellas, PRI y PAN, que se supone tienen alguna militancia, esta vez no se mostraron, digan lo que digan en algunas instancias mediáticas. Ojo, tres partidos que no pudieron llenar, ni con acarreados, la rotonda del Ángel.
Igual la hidalguense, que no atina a proponer nada diferente a lo que el gobierno tiene trabajando ya y bien, usó el método Fox, es decir, el engaño, la palabrería, para prometer lo que no está en su manera de pensar y hacer, porque lo suyo es volver a la práctica impune del robo y el saqueo.
Que nadie se llame después a engaño. La señora X es la derecha con huipil, pero esa derecha, la que casi destruye al país, la que vendió parte de la riqueza nacional, la que creó sindicatos de robo que manipulaban el abasto de medicamentos y la misma que se adueñó de los servicios médicos del gobierno para ponerlos a remate. Eso es la señora X, en esencia.
Pero más allá del fracaso político de la candidata anunciada, debe tenerse muy en cuenta lo que hoy es la oposición, esa que se mostró tal cual en la glorieta del Ángel, la misma que tiene más asistentes cuando gana la selección de Argentina en futbol que cuando ellos festejan el lanzamiento de su candidata a la Presidencia de la República.
Y atentos porque el fracaso no termina ahí. Si toda la fuerza de las televisoras, de la radio y de los medios escritos logra lo que vimos en el Ángel, no tiene nada de qué preocuparse Morena, por más que haga para convertirse en otro fracaso.
Las dudas quedaron despejadas, igual que hace unos meses, cuando las X no se habían complotado. La oposición no tiene futuro, entre otras cosas porque no ofrece nada y las ventajas de Morena se enseñorean y no porque hagan las cosas muy bien, sino porque no hay nada enfrente.
La gente sabe que no es posible elegir a un Fox con falda y huipil, ni a la clase media, tan disgustada con este gobierno, le conviene la señora X, porque la ventana de oportunidades que hoy ofrece el país se clausuraría con cerrojos de corrupción que espantan al inversor.
Es decir, mientras no exista una opción diferente a la realidad que hoy se ejerce y el pasado inmediato que espanta, más vale no moverle. La derecha reagrupada gobierna con la represión y eso no lo entiende ni la izquierda necia que quiere ser vocera y que también le hace el caldo gordo a doña X. Aguas, ya pasó con Fox, ahora sería desastroso.
De pasadita
Hasta hace algunas semanas las cuentas en eso de la equidad de género marcaba que en la Ciudad de México Morena tendría que tener una candidata, pero sucedió que a Zoé Robledo lo bajaron y el cuadro se descompuso.
Ahora se dice que tendrá que ser hombre el candidato de Morena. Si eso fuera cierto, se pueden explicar muchas cosas de las que ya hablaremos en alguna otra entrega, pero no piensen en el nombre del político fracasado, el del último lugar entre los que pretenden la candidatura a la Presidencia, ese ya fracasó y no volverá a fracasar, cuando menos por Morena, aunque hay quienes aseguran que irá por Movimiento Ciudadano, como hemos dicho desde hace mucho tiempo.