En contraste con las críticas que ha lanzado Xóchitl Gálvez contra quienes la han cuestionado por asumirse como parte de la población indígena, la eventual candidata presidencial de PAN, PRI y PRD presentó en 2021 una iniciativa para establecer requisitos que deberían cumplir quienes se autodescriban como pertenecientes de comunidades indígenas o afromexicanas y busquen candidaturas relacionadas con las llamadas acciones afirmativas.
Como presidenta de la Comisión de Asunto Indígenas del Senado, la legisladora de la bancada panista planteó regular las características de quienes pueden ser considerados candidatos de las regiones con al menos 40 por ciento de población indígena o afromexicana.
“Las personas que aspiren a candidaturas en distritos indígenas deberán cumplir ciertos requisitos, entre los que se incluye acta de asamblea del pueblo o comunidad en la que se le reconozca como perteneciente a la comunidad”, se indica en su propuesta de junio de 2021, que fue turnada a comisiones legislativas.
Con el argumento de que en 132 candidaturas a diputados federales, los aspirantes no comprobaron realmente pertenecer a comunidades indígenas en los comicios de ese año, propuso modificar la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales para establecer los criterios que deben cumplir quienes quieran acreditarse como población indígena.
Limitó que la “autoadscripción calificada” está acotada a quienes hablen una lengua indígena, con un comprobante avalado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas o hayan desempeñado cargos en un gobierno indígena.
Pobreza y migración
El impulso de las comunidades originarias ha sido uno de los temas constantes que ha destacado Gálvez, como producto de su gestión como titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas durante el gobierno de Vicente Fox.
De acuerdo con un estudio difundido por la Universidad Iberoamericana, titulado ¿Cuáles son los avances durante el sexenio de Fox respecto a las demandas de los pueblos indígenas?, elaborado por la investigadora María Luisa Crispín, se concluye que dicho sexenio terminó con una pobreza que abarcaba casi a 90 por ciento de la población indígena, donde también aumentó la migración.
“Los municipios que presentan mayores índices de pobreza coinciden con aquellos en donde hay mayor población indígena. El 89 por ciento de los indígenas son pobres, la migración ha sido una de las alternativas para la sobrevivencia de muchas comunidades indígenas”, se indica en el texto. Recalcó, además, que esta situación tuvo un impacto en la vida familiar y comunitaria.