Estocolmo. La Fundación Nobel informó ayer que revirtió su decisión de invitar a los embajadores de Rusia, Bielorrusia e Irán a la ceremonia de entrega de los premios en Estocolmo, tras una ola de críticas por su determinación de convocarlos.
“Decidimos repetir la excepción del año pasado a la práctica habitual, es decir, no invitar a los embajadores de Rusia, Bielorrusia e Irán a la ceremonia de entrega del Premio Nobel”, en diciembre, declaró la fundación en un comunicado.
La medida fue celebrada como “victoria del humanismo” por el portavoz de la cancillería de Ucrania, Oleg Nikolenko.
En 2022, la fundación decidió no convidar a los diplomáticos de Rusia y de Bielorrusia debido a la guerra en Ucrania. “Damos las gracias a todos lo que pidieron que se restableciera la justicia”, afirmó el vocero, que había llamado a ese organismo a apoyar los esfuerzos de su gobierno para aislar a ambas naciones.
Tampoco se invitó al delegado de Irán por la represión de las protestas en ese país, pero el jueves anunció que retomaría la política habitual de llamar a los embajadores de todos los países.
La decisión desató una ola de indignación en Suecia, donde políticos afirmaron que iban a boicotear la ceremonia.
Los organizadores explicaron ayer que la medida inicial se basó en la convicción de que era “importante y acertado difundir lo más ampliamente posible los valores y mensajes que representa el Nobel”.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, expresó su desacuerdo con la intención de invitar al representante ruso, que además generó críticas de activistas y de Ucrania.
Todos los años, en diciembre, la fundación del Nobel entrega los premios de medicina, física, literatura, química y economía, en un rito solemne de manos del rey Carlos XVI Gustavo.
Ese mismo día, en la capital de Noruega se realiza la ceremonia del Premio Nobel de la Paz.
“Estamos convencidos de que se tiene que adoptar una decisión similar con respecto a los embajadores de Rusia y Bielorrusia en Oslo”, agregó el portavoz ucranio en relación con la segunda actividad.
En tanto, el comité noruego del Nobel de la Paz condenó ayer que Dmitri Muratov, laureado con ese galardón en 2021, hubiese sido incluido en la lista de “agentes extranjeros” de Rusia.
Antier, el Ministerio de Justicia ruso puso a Muratov –director del periódico Nóvaya Gazeta, principal publicación independiente de ese país– en esa lista, que las autoridades usan para reprimir a voces críticas al gobierno.
En el frente de guerra
Por otro lado, el ministerio de Defensa ruso afirmó ayer que derribó tres drones navales ucranios que tenían como objetivo el estratégico puente Kerch, en la península de Crimea, lo que no fue confirmado por las tropas del país invadido.
Esta construcción, que conecta a Crimea con Rusia, ha sido blanco de ataques desde que comenzó el conflicto, en febrero de 2022, y tiene gran importancia logística para Moscú (es una arteria clave para la llegada de suministros militares y civiles) y de afirmación del control del Kremlin sobre la península que se anexionó en 2014.
