Múnich. El fabricante de automóviles alemán BMW presentó este sábado su proyecto “Neue Klasse” para hacer frente a la competencia de Tesla y de las empresas asiáticas en el sector de los vehículos eléctricos, en vísperas del salón del automóvil de Múnich, en Alemania.
El proyecto Neue Klasse (Nueva Clase) se refiere a una “generación de seis modelos de vehículos cien por ciento eléctricos” que el grupo lanzará a lo largo de dos años a partir de 2025, anunció el consejero delegado de BMW, Oliver Zipse.
Los modelos, que van desde berlinas hasta SUV, se fabricarán inicialmente en la nueva planta húngara del grupo y, posteriormente, en sus fábricas de Múnich, China y México, agregó.
Zipse mencionó también el desarrollo de una unidad de control electrónico común a todos estos futuros modelos y a las demás marcas del grupo. De este modo, BMW espera aumentar sus márgenes y seguir siendo competitivo en el sector.
El vehículo i3 de BMW es el décimo coche eléctrico más popular en Alemania, muy por detrás de los modelos de Tesla y Volkswagen, según el Centro de Gestión del Automóvil (CAM).
BMW es uno de los pocos fabricantes del sector que no ha fijado una fecha límite para el fin de los motores de combustión y que apuesta por el hidrógeno sin dejar atrás los motores tradicionales.
La “Neue Klasse” busca, en ese sentido, ser una respuesta al éxito de Tesla y de los competidores asiáticos, cuya presencia en el salón de Múnich, que empezará el lunes, demuestra su voluntad de conquistar el mercado europeo.
Adiós a la energía nuclear
Por otra parte, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, desestimó ayer los llamados de uno de sus socios de coalición para detener el desmantelamiento de las tres últimas centrales nucleares en el país europeo y ha recalcado que “la energía nuclear está acabada”.
La eliminación progresiva se ha hecho por ley. El tema de la energía nuclear “es un caballo muerto en Alemania”, ha manifestado Scholz en una entrevista con la emisora pública Deutschlandfunk.
El Partido Liberal de Alemania (FDP) reclama a Scholz que se revise la decisión de desactivar las centrales nucleares debido al continuo encarecimiento de la electricidad, que supone una carga para la economía y, en especial, para la industria de alto consumo energético, como la automotriz.