Guatemala. El presidente electo, Bernardo Arévalo de León, denunció ayer que se está “viendo un golpe de Estado en curso” en Guatemala por las recientes acciones desde la fiscalía en contra de su partido, el Movimiento Semilla, a poco menos de cuatro meses para su investidura tras ganar la segunda vuelta electoral del pasado 20 de agosto.
“Existe un grupo de políticos y funcionarios corruptos que se niegan a aceptar este resultado (del balotaje) y ha puesto en marcha un plan para romper el orden constitucional y violentar la democracia”, declaró Arévalo en rueda de prensa, cuatro días después de que la justicia inhabilitó a Movimiento Semilla.
“Estamos viendo un golpe de Estado en curso en el que el aparato de justicia es usado para violar la justicia misma, burlando la voluntad popular expresada libremente en las urnas el 20 de agosto”, agregó Arévalo, quien ganó la segunda vuelta con 58 por ciento de los votos con la promesa de una lucha frontal a la corrupción, mal endémico en el país.
Su amplio triunfo es atribuido a que generó esperanzas de cambio en un país sumido en la pobreza, la violencia y la corrupción, que inducen cada año a miles de guatemaltecos a emigrar. Pero su ascenso al poder ha alarmado a la élite política y empresarial, acusada de ser corrupta.
“Estas acciones constituyen un golpe de Estado que es promovido desde las instituciones que deberían de garantizar la justicia en nuestro país, encabezada por la fiscal general, Consuelo Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana, así como la junta directiva del Congreso y otros actores corruptos y antidemocráticos”, añadió.
La cruzada contra Semilla la lanzó Curruchiche luego de que Arévalo dio la sorpresa en la primera vuelta electoral el 25 de junio y pasó al balotaje con Sandra Torres, ex esposa del ex mandatario Álvaro Colom, quien era vista como la candidata del continuismo a pesar de ser nominalmente socialdemócrata.
El presidente electo alertó “que todavía faltan cuatro meses, durante los cuales estas mafias políticas intentarán consumar el golpe de Estado”.
Sociólogo y diputado de 64 años, Arévalo debe asumir el 14 de enero de 2024 en sustitución de Alejandro Giammattei, lo que cerrará un ciclo de 12 años de gobiernos de derecha.
“Como presidente electo de la república hago un llamado a (…) todos los guatemaltecos que rechazamos la corrupción y el autoritarismo a unir fuerzas en defensa de la democracia”, pidió.
En respuesta, la fiscalía indicó en un comunicado que rechaza “categóricamente las campañas de de-sinformación que algunos sectores difunden” en su contra y afirmó que “es una institución autónoma, que no se encuentra subordinada a ningún ente nacional o internacional”.
Indicó que resulta “imperativo aclarar al pueblo de Guatemala, que el actuar del ente investigador siempre se ha llevado a cabo con respeto a los principios de legalidad, derecho de defensa, debido proceso, presunción de inocencia y demás garantías, por lo que en ningún momento se ha pretendido, ni se pretenderá interferir en el proceso electoral”.
Durante la jornada, un grupo de manifestantes se reunió frente al fiscalía para presentar un documento con más de 100 mil de firmas con el que solicitan la renuncia, entre otros, de Porras y Curruchiche, informó el diario Prensa Libre.
Al ser inhabilitado, Movimiento Semilla no puede realizar ninguna actividad, como emitir declaraciones, recaudar dinero o sumar afiliados. Además, sus 23 nuevos diputados tendrán facultades reducidas, pues no podrán conformar una bancada, presidir comisiones, participar en la preparación de la agenda del Congreso ni tener asesores pagados.
En Washington, el jefe de la Misión Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Guatemala, Eladio Loizaga, también advirtió sobre un posible “rompimiento del orden constitucional en Guatemala” por las acciones contra el partido de Arévalo. El Consejo Permanente de la OEA aprobó una declaración que condena la “judicialización” de las elecciones en Guatemala y la suspensión del partido Semilla.
EU extiende su apoyo
En tanto, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, conversó por teléfono con Arévalo, a quien felicitó, y le subrayó el compromiso de Washington para trabajar en abordar de manera “humana” la creciente migración irregular y para la luchar contra la corrupción, informó la Casa Blanca.
Antes, el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, reiteró su llamado a respetar la voluntad del pueblo de Guatemala expresada en las urnas.