Moscú. Mientras el ejército ruso afirmó este viernes haber mejorado su posición táctica al capturar “bastiones enemigos y alturas claves” en las afueras de Kupiansk, en el noroeste de Ucrania, el sitio del frente en que concentra sus ataques, las tropas ucranias lograron en las últimas 72 horas “éxitos notables” en su asalto de la localidad de Verbovoe, en dirección hacia Tokmak, nudo de comunicaciones muy importante para la logística rusa en Zaporiyia.
La información del ministerio de Defensa ruso es escueta: “En la zona del frente de Kupiansk, la posición táctica de las unidades del grupo de tropas Oeste ha mejorado debido al dominio de bastiones enemigos y alturas clave. (…) Las pérdidas del enemigo durante la semana ascendieron hasta 470 militares ucranios, 22 vehículos blindados de combate, 21 vehículos, así como 18 cañones de artillería”.
En contraste, a partir de las imágenes de satélite disponibles y de lo que aseveran fuentes de ambos países en guerra, quienes hacen el seguimiento diario de la situación en el frente de Zaporiyia notan que, después de liberar Rabotino, los avances ucranios se median en cientos de metros por día, pero desde hace día y medio pudieron adentrarse entre dos y tres kilómetros.
Hay testimonios, incluso de blogueros pro rusos en las redes sociales, que sostienen que el ejército ucranio, por primera vez, rompió en dos lugares de Verbovoe la segunda línea de la defensa rusa, la línea Surovikin, llamada así en honor del general ruso Serguei Surovikin (ahora caído en desgracia por su cercanía con el fallecido Yevgueni Prigozhin, jefe de los mercenarios Wagner) que ordenó colocar dientes de dragón (pirámides de hormigón) y cavar trincheras para dificultar el paso de los tanques y vehículos blindados.
Durante meses Rusia se preparó para defender los territorios conquistados en Jersón y Zaporiyia, con la intención de mantener el corredor terrestre que une Crimea con la región rusa de Krasnodar.
En Rabotino, los ucranios superaron la primera línea de defensa, basada en campos minados –Kiev asegura que en algunos sectores del frente los rusos colocaron hasta 45 mil minas por kilómetro cuadrado– y en el fuego de artillería y misiles. Ahora, de confirmarse esta noticia, Ucrania habría conseguido “éxitos notables”, como dio a entender este viernes la viceministra de Defensa ucrania, Hanna Maliar, al mencionar los avances de sus tropas en Zaporiyia.
Declaraciones insólitas
Ante las voces que en Rusia no creen que Ucrania haya podido lanzar, la madrugada del miércoles anterior, una veintena de drones contra el aeródromo de Pskov, a 700 kilómetros de la frontera ucrania, insinuando que el ataque provino de Letonia o Estonia, dos países colindantes que son miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el jefe de la inteligencia militar de Ucrania, Kyrylo Budanov, hizo este viernes una declaración insólita:
“Estamos trabajando desde territorio ruso”, dijo Budanov al proyecto digital The War Zone, sin precisar si dispararon los drones agentes de su servicio o guerrilleros rusos. Tampoco quiso precisar qué tipo de aparato aéreo no tripulado utilizaron ni cuántos drones fueron. Esto –que tiene los ingredientes de una frase más propia de guerra sicológica al sembrar dudas en el enemigo– hizo concluir a varias agencias noticiosas que Budanov afirmó, por primera vez, que la inteligencia militar ucrania atacó el aeródromo de Pskov desde territorio ruso.
Por la noche, Budanov mismo opinó algo también polémico, pero más hipotético que real, al canal de televisión ucranio 1+1: “Los combates –consideró– tienen que ser trasladados a otro territorio que, lógicamente, para nosotros es Rusia, a otros territorios que están bajo su influencia y, de ese modo, poder estirar y paralizar a las tropas rusas”.
Hace poco, el 27 de agosto, el presidente Volodymir Zelensky señaló que no cree conveniente trasladar las acciones bélicas a territorio ruso porque, subrayó, “de hacerlo, seguro que nos quedamos solos”.
En otro orden de cosas, el Kremlin confirmó hoy la fecha de la reunión del presidente ruso, Vladimir Putin, con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan: la cita será el 4 de septiembre en el balneario ruso de Sochi, ocasión en que tratarán de encontrar una solución que facilite la exportación de cereales desde el mar Negro.