San Salvador Atenco, Méx., Trabajadores de la empresa Carrocerías Altamirano y Remolques Altamirano, que están en huelga desde hace cuatro años, se manifestaron ayer frente a la factoría, ubicada a un costado de la carretera federal Texcoco-Lechería, en este municipio, para exigir el pago de sus salarios y prestaciones que adeuda el dueño a 145 obreros.

El grupo de trabajadores y sus abogados acudieron al lugar cerca de las 10 de la mañana, en compañía de actuarios, a fin de ejecutar el embargo ordenado por la Junta de Conciliación y Arbitraje como parte del juicio laboral que mantienen. Sin embargo, no se les permitió el ingreso.

Explicaron que el 30 de agosto de 2019 iniciaron la huelga debido a que el dueño les dejó de pagar salarios semanales, o les pagaba “en abonos”; además de que no les entregaron aguinaldos, premios de puntualidad o productividad.

Señalaron que recurrieron a tribunales para que les cumplieran con sus pagos, pero su sindicato “se vendió con la parte patronal” y realizó maniobras que favorecieron al propietario.

Osvaldo Flores, uno de los dirigentes de los huelguistas, precisó que las respuestas que le dio la empresa a su sindicato “son burdas”, por ejemplo, dijeron que no entregaron a tiempo su pliego petitorio, y pese a que aportaron pruebas contundentes de las anomalías cometidas por el dueño, a la fecha siguen sin respuesta sus demandas.

Expuso que tras continuar con su lucha legal, lo único que lograron es que se les reconociera salarios caídos, pero a partir de marzo de 2021.

A cuatro años del paro, indicó, han logrado dos embargos contra la factoría, la cual tiene dos razones sociales: Remolques Altamirano, localizada en el municipio de Tezoyuca, y Carrocerías Altamirano, en Atenco; ambas tienen un mismo propietario.

Impiden ejecutar un segundo embargo

Flores añadió que este viernes se ordenó un segundo embargo a Carrocerías Altamirano, por lo que acudieron actuarios; pero el propietario se opuso con el argumento de que “la empresa no existe”. No obstante, el acto judicial se realizó aunque de manera escrita y no material.

Los inconformes acusaron que el patrón creó nuevas empresas con razones sociales distintas para seguir trabajando en talleres, de ahí que parezca que son dos fábricas.

Destacaron que por sueldos caídos les adeudan 53 millones de pesos; 25 millones por parte de Carrocerías Altamirano y 28 millones por Remolques Altamirano.

“Lucharemos hasta que nos pague lo que nos deben. Algunos tenemos 22 años laborando y otros, 30. Queremos que se proceda contra los patrones y se cumpla la ley”, expresaron.