Londres. La agencia de calificación crediticia Moody's elevó el viernes su previsión de crecimiento económico de Estados Unidos para 2023, pero recortó su pronóstico para China para el próximo año, al señalar que mientras el riesgo de recesión ha disminuido en Estados Unidos, los retos para China, la segunda mayor economía mundial, son cada vez mayores.
“Hemos elevado nuestra previsión de crecimiento para la economía de Estados Unidos a 1.9 por ciento en 2023 desde 1.1 por ciento de nuestra perspectiva de mayo, reconociendo el fuerte impulso económico subyacente”, dijo Moody's en un informe.
La firma, que ahora es la única de las tres grandes agencias que tiene una calificación máxima de triple A para Estados Unidos tras la rebaja de Fitch el mes pasado, mantuvo su previsión de crecimiento para 2024 en uno por ciento, afirmando que las elevadas tasas de interés actuarían como freno para la economía.
“Creemos que será difícil para la Reserva Federal lograr una caída sostenida de la inflación hasta su objetivo de 2.0 por ciento si persisten las actuales condiciones económicas”, dijo Moody's. “Se necesitan unos cuantos trimestres de crecimiento por debajo de la tendencia, en nuestra opinión, para evitar el sobrecalentamiento”.
Por el contrario, afirmó que China se enfrenta a “considerables retos de crecimiento” derivados de la débil confianza de las empresas y los consumidores en medio de la incertidumbre económica y monetaria/política, los continuos problemas del sector inmobiliario y el envejecimiento de la población activa.
Moody's mantuvo su previsión de crecimiento para este año en 5 por ciento, pero recortó su previsión para 2024 de 4.5 por ciento anterior a 4 por ciento. Califica a China con A1 con perspectiva estable, cuatro escalones por debajo de la máxima calificación AAA de Estados Unidos.
“Los datos de China sugieren que la recuperación económica de una prolongada política de cero covid sigue siendo débil, ya que el impulso de reapertura visto en marzo, abril y mayo parece estar disminuyendo”, dijo Moody's en su informe.
“Creemos que la baja confianza de los consumidores está frenando el gasto de los hogares, y la incertidumbre económica y monetaria/política seguirá pesando en las decisiones empresariales”.