Están ya disponibles en la página del EvalúaCDMX los resultados de la medición de la pobreza (P) 2018-2022, es decir, el tramo de la 4T para el que se puede conocer la evolución de la P. Hasta ahora, con sólo los cálculos del Coneval ( Con), todo han sido festejos por la baja en la pobreza, excepto mi discordante voz y la de algunos que han notado el contrapunto, en los datos del Con, de las crecientes carencias en salud, que se habrían más que duplicado entre 2018 y 2022 (de 16.2 a 39.1 por ciento). He incluido en el cuadro datos comparativos de la evolución entre 2018 (que expresa la situación heredada por la 4T) y 2022 (la situación alcanzada a los 4 años de la 4T). En la entrega del 18/8/23 expliqué el método del Coneval (usando una gráfica) y narré que sus propios autores reconocen que la población que llaman vulnerable ( Vuln) es población carenciada y dejé en claro que la verdadera P que se identifica con el método del Con es la suma de los P más los Vuln que es muy similar a la que identifica el EvalúaCDMX ( Eval). En el cuadro se comparan tres mediciones de pobreza del Con: pobreza total (P), pobreza extrema (PE) y P más Vuln (P+V), con las dos del EvalúaCDMX: P y PE que son resultado de la aplicación del MMIP (Método de Medición Integrada de la Pobreza) al que recientemente hice, juntamente con el Eval, algunas importantes modificaciones. En los renglones (1) y (5) del cuadro se presentan los niveles de P del ( Con) y del Eval en ambos años. La P según el Con habría bajado de 41.9 por ciento de la población en 2018 a 36.3 por ciento en 2022, cambio que, según se muestra en las columnas 3 y 4 del cuadro significan una baja de 5.6 puntos porcentuales (pp) y 13.4 por ciento, que son altas y son las que se ha venido festejando como el cumplimiento del lema “por el bien de todos primero los pobres”.
En PE, en cambio, no hay baja según el Con, sino un alza de una décima de pp (1.4 por ciento). Ésta es una primera mancha en el festejo: dentro de primero los pobres, se les olvidaron los PE. Nótese el bajísimo nivel de la PE (7 y 7.1 por ciento para 2018 y 2022, respectivamente) según el Con, que se explica porque para considerar a alguien como PE tienen que estar por debajo de la línea de PE (LPE), que es igual al costo de una canasta de alimentos crudos, lo que resulta en 14 por ciento y 12.1 por ciento en 2018 y 2022, sino que además tienen que sufrir de tres o más carencias (de un total de seis posibles) con lo cual se reducen casi a la mitad las cifras. Si vemos los Vuln, renglón (3) observamos que son más de un tercio de la población nacional (34.4 y 36.6 por ciento en 2018 y 2022). Pero vemos, además, que aumentaron en 2.2 pp o 6.4 por ciento. Una segunda falla en el festejo que se refleja en el siguiente renglón (4): la suma de P+ Vuln. Este agregado no lo reconoce oficialmente el Con, pero, como dije, lo han reconocido verbalmente sus autores. Notemos dos rasgos: 1) la suma está alrededor de tres cuartas partes de la población: 76.3 y 72.9 por ciento, en 2018 y 2022), en contraste con las cifras de P alrededor de 40 por ciento (41.9 y 36.3 por ciento); 2) bajan mucho menos que las cifras de P: 3.4 en vez de 5.6 pp, y 4.5 en vez de 13.4 por ciento. Tercera falla: la baja no es rápida: 0.85 pp por año, que significa que, a este ritmo, se necesitarían 85 años para reducir esta población carenciada a cero. Como se aprecia, los valores de P+ Vuln son cercanos a los de P del Eval: 79.1 y 75.8 por ciento. Es decir, ambas instituciones, cuando Con asume la verdad, estiman que alrededor de 75 por ciento, tres cuartas partes de la población son población carenciada que debería llamarse con su nombre correcto: pobreza. En el cuadro también he incluido las carencias medias observadas entre los P en ambos años, lo que me lleva a identificar una posible cuarta falla de los festejos: la intensidad de la pobreza (núm. de carencias sociales) aumentó de 2.3 carencias por cada pobre a 2.6, un aumento de 13 por ciento. Aunque según Con hay 13.4 por ciento menos pobres, los de ahora son 13 por ciento más pobres que los de 2018, lo cual sin duda empaña el festejo. Este punto está relacionado con el contrapunto señalado por algunas personas sobre el aumento en las carencias de salud que son casi las únicas que aumentaron (la de educación aumentó muy poco: 4 décimas de punto). Acceso a servicios de salud adecuados es una variable incluida también en el MMIP, pero el resultado obtenido es muy diferente: entre 2018 y 2022 la población sin acceso a servicios adecuados de salud bajó de 37.4 a 34.4 por ciento. La explicación de esta diferencia entre el MMIP y el método del Con se explica por una de las reformas recién efectuadas en el MMIP que pone mucha atención al carácter mixto de esta necesidad, que puede satisfacerse por la vía de la prestación pública o por la vía del mercado cuando cuenta con los ingresos para lograrlo. En esta mejoría del MMIP se exploran de manera sistemática las posibilidades del mercado y del propio IMSS y se depende menos de la percepción de la gente sobre su estatus de afiliación sólo al sector público. Continuaré analizando los resultados de ambos métodos en la próxima entrega.