El miedo a invocar a la muerte y que se trata de un trámite “caro y engorroso” son los mitos más comunes que impiden a la mayoría de la gente hacer su testamento, cuando por un pago de 3 mil 500 pesos y 20 minutos pueden legar sus propiedades y hasta designar a tutores de sus hijos en caso de fallecer.
Se trata, explicó el notario 22, Daniel García Córdova, de un documento que evita gastos mayores y problemas en las familias, y al que cada vez más personas de entre 30 y 50 años, pese a esos mitos, lo están realizando a raíz de la pandemia de covid-19.
El aprovechar esos costos preferenciales que se ofrecen en septiembre, Mes del Testamento, que se ampliarán a octubre, representa un atractivo para los interesados, por lo que aumenta el número de personas que acuden a alguna de las 240 notarías.
La cifra no es grande, “estamos hablando de un promedio de cinco diarias durante septiembre en las notarías 22 y 248, que estamos relacionadas, porque todavía no tenemos una cultura al respecto”.
Con la campaña permanente impulsada por el Gobierno de la Ciudad de México, el costo es mucho menor para los adultos mayores que acuden primero a la Dirección General de Regularización Territorial y de ahí los canalizan con alguno de los notarios, destacó.
En entrevista en el Colegio de Notarios de la Ciudad de México, donde martes, miércoles y jueves los notarios dan asesoría jurídica gratuita, dijo que “poco a poco se ha ido quitando ese miedo entre las personas de que si lo hacen, se van a morir”.
Los mexicanos, sin embargo, “dejamos todo hasta el final y entre ello está legar los bienes que se tienen o los que se van a tener, porque no tenemos la vida comprada y el mejor momento es ahora”, afirmó.
El testamento, aclaró, no sólo sirve para designar quién o quiénes van a ser tus herederos obligatorios desde el punto de vista patrimonial, sino para designar un tutor testamentario cuando tienes hijos pequeños y los padres faltan.
Mencionó que de no existir esta figura, la patria potestad pasa a los abuelos, y de vivir los cuatro, deben ponerse de acuerdo para que un juez de lo familiar determine quién de los cuatro se queda con ellos, pero “no es lo óptimo, por la edad de los abuelos”.
Así que un testamento “no sólo sirve para cuestiones patrimoniales, sino familiares, por lo que debemos superar la creencia de que llamamos a la muerte o que debe haber un patrimonio relevante para hacerlo, cuando la pandemia y los fenómenos naturales, como los sismos, nos han demostrado que no debemos dejar problemas a nuestros seres queridos”.