El presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que siente pena de que personajes que estima y respeta se hayan sumado a la campaña contra los nuevos libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), haciéndole juego a la derecha fascista.
Ayer, durante su conferencia matutina, el mandatario se pronunció de nuevo sobre la polémica por estos materiales y los dichos en el sentido de que buscan “inyectar el virus comunista” en las generaciones estudiantiles.
Destacó que se trata sólo de un ansia de grupos opositores y “conservadores” de ir contra una más de las políticas de su administración, sin siquiera conocer los contenidos de los ejemplares.
Aprovechó un espacio en la mañanera para referirse a un desplegado publicado la víspera en el que los abajofirmantes alegan que el gobierno federal “está por cometer un crimen contra la nación por distribuir los libros de texto”.
El documento es suscrito por varios personajes abiertamente opositores a su gobierno, como el empresario Claudio X. González, el ex ministro de la Corte José Ramón Cossío, la activista Clara Jusidman, el economista Rolando Cordera, el ex director del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional Guillermo Valdés, los ex consejeros electorales José Woldenberg y Ciro Murayama, el pedagogo Gilberto Guevara Niebla, y la directora de Mexicanos contra la Corrupción, María Amparo Casar, entre otros.
Al referirse a varios de sus opositores firmantes, el Presidente sugirió: “pídanle a un pedagogo, aquí a Gilberto Guevara Niebla; a (Héctor) Aguilar Camín; al que cooptó Carlos Salinas, que era un hombre progresista y se volvió muy reaccionario, ¿cómo se llama?, que tiene mucha influencia en economía en la UNAM, Rolando Cordera; pídanle a Cossío que les defina qué es la justicia; al ex ministro Cossío, reaccionario conservador, hipócrita”.
En tanto que al mencionar a gente que estima, y que se ha sumado a esa postura, señaló: “cuando yo veo que Clara Jusidman firma un desplegado, que fue mi jefa en el Inco (Instituto Nacional del Consumidor, hoy Profeco), le tengo además mucho respeto, me da pena, porque no hay argumentos. O sea, ni siquiera ha leído los libros, es nada más el afán de oponerse y haciendo el juego completo a la derecha, a los fachos. ¡A los fachos!”