Estamos a unos días de que se dé a conocer quién coordinará los comités en defensa de la Cuarta Transformación por Morena. El próximo 7 de septiembre se tomará una de las decisiones más importantes para el rumbo del país, pues quien gane la encuesta y quede con esta responsabilidad tendrá que delinear la continuación del proyecto de nación por el que hemos luchado incansablemente los mexicanos. La determinación con la que nuestro pueblo abandera la transformación debe ser honrada con un proyecto político integral, que no descuide el terreno ganado en derechos, legislaciones y proyectos para el bienestar de todas y todos, a la vez que continúe con el avance y modernización del país para enfrentarnos a los retos pendientes. La mirada de México está puesta sobre los tres contendientes que encabezan las encuestas y la juventud no es la excepción. Por el contrario: cada día crece más el interés político de las nuevas generaciones, inquietas por conocer y formar parte del proyecto que consolidará una nación próspera y con bienestar.
En esa línea, el pasado 24 de agosto se llevó a cabo el Primer Foro de Juventudes de Izquierda: Política Laboral, hacia una agenda 2024-2030, que promoví como presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, con el objetivo de recopilar ideas y propuestas de todo el país para seguir transformando el mundo laboral y sindical a través de una agenda digna, justa e integral. Dentro de este espacio, las y los jóvenes expusieron sus preocupaciones sobre el futuro, señalaron los problemas que les parecen más urgentes y elaboraron propuestas para enfrentarlos, lo cual es clave para el progreso del país, pues fortalece la democracia.
Sin duda, cuando las juventudes se movilizan y participan activamente en la política, influyen positivamente en la agenda al poner ciertos temas en el centro del debate público, que quizá no fueron tan relevantes en otros momentos. Además, a medida que las nuevas generaciones se unen a la fuerza laboral y se convierten en votantes, traen consigo nuevas perspectivas, actitudes y valores que, en el caso de México, son más afines a las propuestas de la izquierda. Nuestras juventudes no están dispuestas a ceder espacio al retroceso: por el contrario, están llenas de esperanza e ideas novedosas y progresistas para profundizar la transformación.
Los temas laborales se han vuelto cruciales para las y los jóvenes porque los cambios recientes han impactado enormemente a estas generaciones de trabajadoras y trabajadores, destacando lo referente a las pensiones, la edad de jubilación, los trabajos por aplicación y la precarización del empleo, que son asuntos que los involucran directamente y que precisan de una legislación urgente.
En efecto, los logros legislativos en materia laboral y sindical han permeado en las nuevas generaciones. Hoy, más que nunca, el discurso social alrededor del empleo tiende a promover las ideas que privilegian la prosperidad compartida y la disposición de planear estrategias para lograrla. Las nueve mesas de trabajo del foro sirvieron para dialogar y aterrizar sus propuestas, con temas como el acceso a la justicia laboral, derechos de género y la seguridad en el lugar de trabajo, entre otros.
Entre las conclusiones del evento, destaco que las juventudes son una fuerza crucial que debe ser reivindicada. Entre las y los asistentes se propusieron reformas para incorporar cuotas juveniles en las empresas y así dignificar el trabajo de dicho sector. Asimismo, hubo un interés protagónico en la inclusión de personas con capacidades diversas en los espacios laborales para disminuir la discriminación. Otra preocupación giró alrededor de la justicia salarial: las y los jóvenes consideran necesaria una ley de transparencia que regule los salarios, así como el aumento de acuerdo con la tasa de inflación y la productividad.
Los temas centrales del foro fueron cómo convertir las figuras de las prácticas profesionales y el servicio social en mecanismos que contribuyan a disminuir el desempleo joven, a través de la capacitación y cooperación del Estado con las empresas. En esa línea yfrente a la falta de ocupación en las y los recién egresados de las universidades, muchos jóvenes recurren a trabajos no convencionales como los empleos por aplicación, mismos que requieren mayor vigilancia para garantizar el cumplimiento de derechos y prevenir abusos.
Igualmente, se analizaron propuestas para fortalecer a los organismos verificadores de las condiciones laborales en todo tipo de empleos, pero especialmente en aquellos de alto riesgo, para otorgar la protección y salubridad necesaria para las y los trabajadores. Se conversó sobre las pensiones y el retiro, además de programas de educación financiera para las y los trabajadores.
Por último, las juventudes están conscientes de la deuda histórica con las personas trabajadoras, es por eso que apuestan por un proyecto democrático, que promueva los derechos humanos y el bienestar compartido. Como se mostró en este foro, cada vez se involucran más jóvenes en asuntos políticos, desde un lugar de coope-ración, pensamiento comunitario y sin la competencia rapaz y el excesivo individualismo que caracterizó al discurso social de hace unos años.
Efectivamente, fortalecer la educación produce tremendos avances en la conciencia social de las generaciones jóvenes, quienes buscan y demandan una nación sólida y políticas en pro del futuro de las y los mexicanos. La continuidad y mejora del proyecto de nación que hemos emprendido no puede ser sin las y los jóvenes, sin escuchar los temas que les convocan y las propuestas que elaboran. Es necesario que la candidata o candidato de Morena que contienda para la presidencia rumbo a 2024 tome en cuenta, como elemento esencial, a las juventudes en la consolidación de una agenda laboral digna y justa, pues al ser ellas y ellos el futuro de México, debemos garantizarles una cultura del trabajo libre de abusos, digna, con salarios adecuados y el cumplimiento efectivo de los derechos laborales. Desde el Senado de la República mantendremos los esfuerzos para que las y los trabajadores participen de la toma de decisiones, poniendo al centro sus necesidades y demandas para caminar hacia un México más próspero y con mejores oportunidades de desarrollo.