El primer ministro japonés, Fumio Kishida, consumió alimentos procedentes del mar, en un intento por disipar las dudas tras la liberación al océano Pacífico del agua tratada de la central nuclear de Fukushima, cuestión que ha levantado polémica a nivel regional. El Organismo Internacional de la Energía Atómica ha declarado que el método de vertido se ajusta a las normas de seguridad internacionales. Sin embargo, China ha criticado la medida y ha prohibido la importación de productos pesqueros japoneses. Afp/Relaciones públicas del gabinete vía Jiji Press