Libreville. Los militares de Gabón, país productor de petróleo, declararon ayer que habían tomado el poder y puesto al presidente Ali Bongo bajo arresto domiciliario, al intervenir minutos después de que el organismo electoral del Estado centroafricano anunció que había ganado un tercer mandato.
Hasta este golpe de Estado, el país estaba dirigido desde hace más de 55 años por la familia Bongo.
Los soldados amotinados nombraron líder de la “transición” al jefe de la guardia republicana (unidad de élite del ejército), el general Brice Oligui Nguema, quien es primo del depuesto presidente. No se precisó el tiempo de esa “transición”.
Ali Bongo, quien sucedió a su padre, Omar, en 2009, está en arresto domiciliario “rodeado de su familia y sus médicos”, anunciaron los militares en la televisión estatal.
En entrevista para el diario francés Le Monde, el general Brice Oligui Nguema aseguró que Bongo, de 64 años, “fue apartado” del cargo y “goza de todos sus derechos”.
En un video grabado, al parecer desde su residencia, donde está retenido, el presidente Bongo pidió a la gente “hacer ruido” para apoyarlo. Pero en su lugar, una multitud salió a la calle y cantó el himno nacional para celebrar el golpe de Estado contra el vástago de una dinastía acusada de enriquecerse a costa de los recursos petroleros y mineros del país mientras la mayoría de los ciudadanos luchan por sobrevivir.
Después del anuncio oficial, la noche del martes, de la victoria de Bongo en los comicios del sábado pasado, 12 militares que se hacen llamar Comité de Transición y Restauración de las Instituciones aparecieron en televisión para anunciar la anulación de los comicios, el cierre de fronteras y la disolución de “todas las instituciones” del país.
Periodistas de la agencia noticiosa Afp oyeron disparos de armas automáticas en la capital Libreville durante la declaración, pero no se reportaron muertos y la ciudad parecía estar en calma.
Si tiene éxito, el golpe de Gabón sería el octavo en África Occidental y Central desde 2020. El anterior, en Níger, se cometió en julio. Los militares también han tomado el poder en Malí, Guinea, Burkina Faso y Chad, borrando los avances democráticos desde la década de los 90.
En tanto, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, condenó “el intento de golpe de Estado” en Gabón, declaró su portavoz Stéphane Dujarric, y pidió a todos los actores “contención” y “diálogo”.
Francia, antigua potencia colonial y con intereses en los sectores del petróleo y el manganeso en este país africano, hizo lo mismo. Nigeria, Alemania y Reino Unido también repudiaron la sublevación.
Estados Unidos aseguró estar siguiendo de cerca la situación, que calificó de “profundamente preocupante”.
La Unión Africana rechazó “con firmeza” lo que calificó de “intento de golpe de Estado”. China llamó a “garantizar la seguridad de Ali Bongo” y Rusia expresó “preocupación”.