La violencia de género y la inseguridad son dos males que padece la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero no la han desestabilizado ni han mermado su prestigio, aseguró el director de la Facultad de Medicina Germán Fajardo Dolci.

En la víspera de su registro como aspirante a la Rectoría de esta casa de estudios, apuntó que tanto su experiencia en la administración pública como pertenecer al gremio de los médicos son puntos a su favor para suceder a Enrique Graue. De llegar a esta encomienda, emprendería una estrategia de bienestar enfocada en los más de 390 mil estudiantes, a fin de que tengan herramientas para pedir ayuda y se sientan seguros en sus planteles.

El ex titular de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) comentó que tras la pandemia, tanto los jóvenes de bachillerato como los de licenciatura han presentado situaciones emocionales y mentales que afectan su desarrollo académico, por lo que hay que atenderlos.

“Necesitamos estar más cerca de los alumnos, ser capaces de que nos tengan confianza para ayudarlos a que tengan bienestar. Que se sientan bien desde el punto de vista de salud mental, social, física, sexual y hasta espiritual y ese es uno de los grandes pendientes de la universidad.”

Alertó que la juventud no sabe manejar el estrés, tiene depresión o ansiedad, pues estuvo encerrada dos años, lo cual para algunos fue más cómodo y volver a la convivencia real no es fácil, por lo cual requieren del andamiaje universitario para ayudarla.

En entrevista con La Jornada, el también ex titular de la Unidad de Educación, Investigación y Políticas de Salud del IMSS afirmó que confía en la Junta de Gobierno, que hay piso parejo entre los aspirantes y que su visión humanista y científica que le brinda su profesión conforman cualidades a su favor, a pesar de que en los últimos 23 años los rectores hayan sido médicos.

“Va a influir positivamente porque en estos 24 años lo que ha habido es estabilidad y crecimiento en la universidad y el prestigio no sólo se ha mantenido, sino que ha aumentado y la historia de los médicos rectores ha sido muy sólida”, subrayó.

Entrevistado dos veces por la Junta de Gobierno para el proceso de la dirección de la Facultad de Medicina, una en 2016 y la segunda en 2020, Fajardo Dolci está por concluir su segundo periodo al frente este cargo, por lo que está convencido de que cuenta con las cualidades idóneas para ser el próximo rector.

“Ver que los alumnos de la facultad están en hospitales e institutos y las comunidades alejadas de las ciudades tengan una mejor salud, es el principal reconocimiento que tenemos, porque los alumnos están cumpliendo con el lema de la facultad, que es servir a los demás”, comentó.

Fajardo Dolci consideró que la relación con el gobierno federal tiene que ser de diálogo, de respeto y de crecimiento, además de que es necesario fortalecerse, porque la autonomía de la universidad no significa que “te vas a aislar; la universidad es del Estado mexicano, de la nación y lo que se requiere es que sus egresados tengan un impacto positivo en la sociedad”.

Al manifestar que se siente seguro y tranquilo de participar en la sucesión, comentó que hay miembros de la Junta de Gobierno que no conoce, pero “si estoy participando es porque confío en el proceso, y yo creo que no es momento de hablar de modificarlo. Es como si estuviéramos jugando futbol y vamos a cambiar las reglas; modificarlas, a lo mejor sí, pero una vez que se acabe el partido”.