Ciudad de México. Durante 2022, la Fiscalía General de la República (FGR) y las unidades de servicios periciales (UE) recibieron 130 mil 470 cadáveres o restos humanos, 37 mil 880 más con respecto a 2021, revelaron datos de los Servicios Periciales y Servicio Médico Forense 2023.
De acuerdo con información que dio a conocer este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la FGR recibió 206, mientras que la UE 130 mil 264 cadáveres o restos humanos.
Del total nacional, 62 por ciento (80 mil 885) fue identificado; 37.6 por ciento (49 mil 5) no identificado; y 0.4 por ciento (580) se encontraba pendiente de identificación. En contraste con 2021, la cantidad de cadáveres y/ o restos recibidos el año pasado aumentó 40.91 por ciento.
Cabe destacar, según datos del Inegi, los restos y fragmentos humanos se disparó en 2022, al pasar a 39 mil 610 de mil 248 en 2021.
De los 129 mil 890 cadáveres o restos humanos identificados y no identificados recibidos en 2022, el 57.4 por ciento (74 mil 556) correspondió a hombres, 11.7 por ciento (15 mil 229), a mujeres y para 30.9 por ciento (40 mil 105) no se determinó el sexo.
Coahuila concentró 29.6 por ciento del total de cadáveres o restos humanos recibidos a nivel nacional, con 38 mil 636. Le siguieron Estado de México y Baja California con 10 mil 405 y 8 mil 240 cadáveres, respectivamente.
Las entidades con menor número de cadáveres recibidos por las autoridades competentes fueron Campeche, Tlaxcala y Baja California Sur, con 479, 649 y 661, respectivamente.
En 2022, se almacenaron 53 mil 347 cadáveres o restos humanos. De estos, 10.9 por ciento se identificó, 87.6 por ciento no se identificó y 1.5 por ciento estaba pendiente de identificar. Del total, 75.3 por ciento se almacenó en centros de resguardo forense u homólogos; 23.9 por ciento, en anfiteatros y 0.8 por ciento, en laboratorios.
Al cierre de 2022, 10 mil 951 personas ejercían la función de peritos en las coordinaciones o unidades de servicios periciales y/ o servicio médico forense del país. La especialidad más frecuente del personal en la FGR fue química forense. En las unidades estatales fue criminalística.