La décima me persigue. Tal vez mejor: me convoca. Tales octosílabos involuntarios quisieron abrir este texto; intenté cambiar la última frase, mas cuenta me di de que así queda más claro el aserto.

El jueves acudí a la inauguración de una exposición de “diablos de la negritud” y sus andanzas, trabajo dibujístico de Jimmy de mi mismo apellido, es mi hermano, quien presentó cada cuadro (15, número del arcano del Diablo en el tarot) con una décima suya acompañada por su propia arpa y la jarana de Judith Serrano. Esto, en el Circo Volador. La muestra, que estará en exhibición cinco semanas más, se programó a iniciativa de María de la Cruz Aragón y, claro, la buena disposición y apertura de los impulsores de ese centro cultural (un cuarto de siglo en actividad).

El domingo asistí a la presentación de un libro ya antes mencionado en este espacio, Para las cinco cuerdas, de Raúl Eduardo González, en el Museo Nacional de Culturas Populares, a cargo de Evelin Acosta, de Caña Dulce y Caña Brava; Conrado Arranz, Aidée Balderas (moderadora), Alec Dempster (ilustrador que, no menos músico, tocó La Leona), Frino, Agustín Rodríguez y el propio autor, que asimismo tocó, cantó e improvisó (luego se sumarían Marconio Vázquez, repentista, y Sirani Guevara a la jarana).

Sorpresas: no se presentó un libro, sino dos (el segundo – Si preguntan quién cantó…, de González y Dempster– también de glosas, es decir, de décimas); el parejo nivel y la diversidad de los presentadores; el que entre el público, que colmó el auditorio, había no pocos músicos, y la ronda de improvisaciones con que nos agasajaron los repentistas.

Miguel Inzunza (lo invité a bocajarro y se sumó entusiasta) me regaló su aún fresquito Palangre, libro de poesía que editado por el Instituto Sinaloense de Cultura incluye algunas décimas.

El día anterior, sábado, concluido mi mensual Taller Itinerante –al que llegan participantes de Colima, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y, a veces, estado de México–, rumbo al Museo del Pulque, donde se presentarían, pasaron a saludar los integrantes del grupo tlaxcalteca Momias Twist (Pepe JB, Lili Paulette y Beto de Luxe). A petición nuestra cantaron dos canciones en náhuatl, composiciones de Lili.

De tradiciones vivas y culturas vivas: “Nos escuchamos en la voz de otras personas para poder aventurar la nuestra”, dijo literalmente el domingo Raúl Eduardo González.