Un adorno nasal, elaborado con hueso humano, con una escena tallada que expresa la comunicación con los dioses y los antepasados, fue hallado durante exploraciones en la zona arqueológica de Palenque, Chiapas. Los gobernantes y sacerdotes de esta antigua ciudad portaban esta pieza durante ceremonias en las que encarnaban a K’awiil, el dios maya del maíz y la fertilidad.
El adorno forma parte de un depósito ritual colocado en el periodo Clásico Tardío (650-900 dC) para conmemorar la terminación de un edificio. Al respecto, el director del Proyecto Arqueológico Palenque (PAP), Arnoldo González Cruz, detalló que éste se localizó durante los trabajos que se realizaban en la zona para confirmar o descartar la existencia de una escalinata en el desplante de dicha subestructura, en el lado sur.
El investigador añadió que en el lugar se encontró un piso de estuco remetido bajo un paramento, el cual topa con muro. Durante la limpieza del área se registró una oquedad de 26 centímetros de diámetro y 30 centímetros de profundidad, con un relleno de tierra arcillosa con restos de carbón. Al hacer la criba, recuperaron restos de animales, carbón, navajas de obsidiana y fragmentos de un punzón de hueso con inscripciones apenas perceptibles. El depósito estaba sellado con piezas acomodadas sobre tierra quemada.
La pieza mide 6.4 centímetros de largo por 5.2 de ancho y tiene un grosor de 5 centímetros en la parte inferior, que va decreciendo hacia la superior, y fue elaborada con la parte anterior de una tibia distal, con el fin de aprovechar la cresta que recorre la diáfisis del hueso. Como producto terminado, su propósito era que la cresta duplicara el eje de la nariz y se proyectara sobre la frente de su portador, además de formar una línea divisoria de la escena grabada en el ornamento.
La cresta del hueso con que se elaboró el adorno nasal se presenta como el límite de un portal que el personaje cruza para comunicarse con los dioses y los antepasados, escena común en el arte maya del periodo Clásico (250-900 dC).
“Otro aspecto a resaltar es el bulto que carga el personaje. Los bultos funerarios eran una práctica común entre los antiguos mayas, los cuales están presentes en la iconografía”, indicó el coordinador del PAP.
Aunque faltan análisis para determinar los procesos de manufactura, el tipo de herramientas utilizadas e, incluso, la resina que fijaba el objeto al puente de la nariz, su importancia radica en que “es un ejemplo de la sensibilidad artística maya, mientras su mensaje iconográfico y conceptual ilumina creencias de los antiguos palencanos sobre el culto funerario y la existencia ultraterrena del ser humano”, concluyó el arqueólogo.