Alrededor de 30 trabajadores, entre ellos especialistas en restauración de la empresa CAV Diseño e Ingeniería, realizan los trabajos de desmontaje de la obra mural, artística e histórica instalada en el Centro SCOP, que resultó gravemente dañada por los sismos de 1985 y 2017.

En una visita realizada por La Jornada, se pudo apreciar a una decena de trabajadores que laboraba en el mural Los aztecas, del guanajuatense José Chavez Morado, para lo cual se valían de un andamio de 10 niveles.

En tanto, el edificio que alberga el mural Canto a la patria, de Juan O’Gorman, se encontraba totalmente cubierto por una malla, así como un andamio de las mismas dimensiones colocado a un costado, aunque por la tarde del viernes pasado no se apreció ningún trabajo.

Las labores de “rescate integral y definitivo” del patrimonio cultural, artístico e histórico que se encuentra desde 1954 en ese espacio, localizado en la colonia Narvarte Poniente, comenzaron el 30 de junio con el objetivo de “garantizar su preservación, conservación, resguardo y permanencia”.

Para ello, fue suscrito un acuerdo de colaboración entre las secretarías de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SCT) y de Cultura (SC) federal, esta última por conducto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), convenio mediante el cual, además, se asegura el seguimiento y la supervisión con el fin de que los trabajos técnicos cumplan con las especificaciones del proyecto.

Dichas dependencias confirmaron a finales de julio que se está en espera que el Centro SCOP sea declarado patrimonio cultural y artístico. El gobierno federal anunció en febrero que ese espacio se convertirá en un parque cultural al aire libre y, con ello, en el espacio muralístico público más grande del mundo.

Los trabajos contemplan “el rescate integral, retiro y recuperación especializada, análisis de deterioro y restauración de mosaicos, relieves y escultura, tanto de originales como de piezas rescatadas o réplicas, tras los graves e irreversibles daños sufridos por los sismos de 1985 y 2017”, precisaron las citadas instancias federales.

Con estas labores, puntualizaron, se rescatará un elemento significativo en el paisaje de la capital del país, referente en la memoria colectiva y simbólica de sus habitantes, que se denominará Parque del Muralismo Mexicano.

En las obras participan ingenieros de la SICT, historiadores, arquitectos y restauradores del Inbal, quienes, según las dependencias, siguen un riguroso plan de trabajo y comunicación con las autoridades federales y locales.

Respecto de los avances que se tienen a la fecha en el proceso de desmontaje de los murales, uno de los integrantes del equipo de restauración de la empresa CAV afirmó a este diario que no están autorizados a “dar ningún tipo de información, pues tenemos un estricto protocolo de seguridad”.