Los problemas de salud en adultos mayores son algunos de los desafíos que enfrentará México en los siguientes años a causa del acelerado envejecimiento de la población, entre éstos, los de mayor prevalencia son la insuficiencia cardiaca, males respiratorios, diabetes, osteoporosis y demencias, advirtió la Secretaría de Salud (Ssa) con motivo del Día del Adulto Mayor, que se conmemoró ayer.

En tanto, la Secretaría del Bienestar recordó que 11.5 millones de personas mayores de 65 años reciben la pensión universal, la que se incrementará 25 por ciento en 2024, para pasar de 4 mil 800 pesos a 6 mil pesos bimestrales.

Subrayó que los adultos mayores “forman parte del corazón de la política de bienestar” del gobierno de la República.

La Ssa recordó que en México viven 15 millones de personas mayores de 60 años de edad y que, de acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), en 25 años esta cifra se duplicará.

Resaltó que el envejecimiento en México se vive de manera heterogénea entre hombres y mujeres, lo que se refleja en que ellas tienen una mayor esperanza de vida, 78 años, mientras para los varones es de 73 años.

Advirtió que existen desigualdades sociales, políticas y económicas que tienen un impacto en el curso de vida de las personas. Esto genera contextos de vulnerabilidad en las distintas etapas de la vida que se agudizan en la vejez.

Elevada incidencia de infartos cerebrales

Por separado, la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia (SMME) alertó sobre los riesgos que enfrentan los adultos mayores, en particular aquellos que viven solos y que se calcula son 1.7 millones de personas.

Señaló que al no tener a nadie cerca, son propensos a sufrir algún problema de salud o percance y no recibir ayuda de manera oportuna. Daniel Sánchez Arreola, presidente de la SMME, comentó que un problema frecuente son los infartos cerebrales, debido a su elevada incidencia en el país y principal causa de discapacidad.

“Cuando una persona sufre un infarto cerebral debe ser atendido inmediatamente, pues cada minuto que pasa mueren millones de neuronas y aumenta la posibilidad de desarrollar problemas de motricidad, habla o visión”, e incluso de perder la vida por esta causa.

Explicó que cuando se presenta un infarto cerebral se interrumpe el flujo sanguíneo que llega al cerebro por alguna obstrucción en venas o arterias. Los afectados deben llegar a los servicios médicos dentro de las primeras cuatro horas desde que comenzaron las manifestaciones físicas, con el fin de resolver el problema de manera óptima.

Algunos de los síntomas son entumecimiento de uno de los lados del cuerpo, parálisis facial y dificultad para hablar. El mayor desafío es que el infarto cerebral se presenta de manera repentina, sin ninguna manifestación previa que advierta sobre algún riesgo.