Madrid. Las ONG que auxilian a migrantes condenaron ayer las políticas de “obstrucción” aplicadas a los rescates civiles en el Mediterráneo, y advirtieron que las medidas aplicadas en países como Italia no reducen el número de personas que intentan llegar por mar al sur de Europa y sólo provocan “más sufrimiento y más muertes”.
En este contexto, cinco migrantes, entre ellos cuatro menores, se ahogaron cuando intentaban llegar a costas griegas procedentes de Turquía; 18 personas fueron rescatadas, informó la Guardia Costera de Grecia.
En la isla de Lampedusa, Italia, desembarcaron más de 4 mil 200 personas durante el fin de semana, declaró a Reuters el jefe de la policía local, Emanuele Ricifari. Pese a la “cifra récord”, aseguró que las autoridades controlan la situación.
En tanto, unos 700 migrantes llegaron a las Islas Canarias el pasado fin de semana, según recuento de Europa Press. Una embarcación con 55 indocumentados que iban a bordo de una embaración de neumáticos, también fue rescatada cerca de ese archipiélago español.
Cerca de 170 migrantes que fueron auxiliados en el océano Atlántico se encuentran varados a bordo de un barco de la Guardia Civil española desde hace días cerca de Mauritania, ya que las autoridades de esa nación noafricana no les permitieron desembarcar, dieron a conocer medios españoles.
La presidenta de la Cruz Roja Italiana, Rosario Valastro, pidió mayores esfuerzos internacionales para atender el “caos migratorio”, y llamó a las autoridades a crear políticas diferentes.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, en el Mediterráneo, considerado ya “la ruta migratoria más mortífera del mundo”, han perecido unas 2 mil 200 personas este año, más de 2 mil en la zona central.
Mientras, decenas de ONG, entre las que figuran Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranée, afirmaron que son “evitables” los fallecimientos de migrantes en el Mediterráneo.
Pese a estas cifras, “los estados miembros de la ONU, sobre todo Italia, están obstruyendo de manera activa los trabajos de búsqueda y rescate”, denunciaron.
El gobierno italiano, que mantiene bloqueados tres buques y sólo autoriza los desembarcos en puertos lejanos, defiende la necesidad de adoptar medidas para frenar la ola de llegadas, que este año ya superan 100 mil.
“Las nuevas medidas forman parte del largo historial italiano de criminalizar y obstruir estas actividades”, aunque ello suponga contravenir las leyes internacionales que obligan a llevar a cabo rescates, subraya el comunicado difundido por las ONG, que temen que cada vez sean menos los barcos que operen en la zona.