Taylor Swift y su swiftdome (reino de los swifties) de México sellaron un pacto de amor que culminó anoche con el cuarto concierto del prodigio pop en el Foro Sol.

Esa comunidad de seguidores, que durante las cuatro presentaciones fue de unos 240 mil (sin contar a los que la escucharon en los alrededores del recinto), atestiguaron la escritura de una nueva página en la historia de la música.

En 176 canciones interpretadas en cuatro espectáculos, Taylor, a decir de sus fans –que cantan todas las piezas de inicio a fin– forjó “un retrato honesto de la vulnerabilidad, del crecimiento, los errores, los triunfos y sobre todo, del amor, ése que se profesan ella y sus escuchas”.

De forma constante, se refiere a sus swifties (unos 336 millones de en el orbe) como lo hizo en la tercera presentación: “Si creen que no los puedo ver, sí puedo… los amo demasiado”.

Toneladas de artículos y entrevistas han testificado en relación con sus fans, su ascenso al estatus de supernova y las diversas controversias con que está asociada. Probablemente el medio más poderoso para acercarse a sus seguidores con su música son las redes sociales.

Según datos de Comscore, empresa que mide las audiencias en el mundo digital, Swift es una potencia con más de 336 millones de fanáticos y seguidores en Facebook, Instagram, Twitter y TikTok, así como 48.8 millones de suscriptores en YouTube; no obstante, la cantante ya tiene su propio tejido, SwiftSpace, donde cualquier swiftie puede conectarse con otros para charlar, compartir noticias o ver videos de los conciertos.

Dopamina y numeralia

Los números han sido el camino y vida de la artista de Pensilvania. “Nací el día 13 (de diciembre de 1989), cumplí 13 el viernes 13; mi primer álbum fue disco de oro en 13 semanas. Mi primera canción que llegó al sitio uno tenía una introducción de 13 segundos, y cada vez que he ganado un premio en una ceremonia he estado sentada en la fila 13, o en la fila m, que es la letra 13… lo de la numerología, cuando no se hace cargo por sí sola, la obligo a aparecer”, ha dicho.

Los números financieros también han sido fieles a la cantautora, como ha demostrado The Eras Tour. Según datos de Pollstar (que proporciona la información más actualizada y relevante de la industria mundial de los conciertos), la proyección de ganancias de la gira superará mil millones de dólares, y se coronará como la más taquillera en la actualidad.

No es todo a su paso por México. Según estimaciones de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco), por las cuatro presentaciones se obtendrá una derrama económica de alrededor de mil millones de pesos. Según el organismo, la mayor parte se generará por los conciertos en el Foro Sol. Unos 12.6 millones de pesos se deberían a los comercios aledaños, 8 millones a los servicios, 5.5 millones a gastos hospedaje y 4.7 millones al consumo de alimentos en bebidas (fuera del recinto).

“Es el concierto del siglo”, “es histórico”, “es un sueño” y los constantes “te amo”, son comentarios generalizados de los swifties mexicanos, a los cuales no importó que para verla hubieran desestabilizado su economía. Se sabe que, en promedio, gastaron alrededor de 15 mil pesos en entradas y recuerdos. También, que en principio, los boletos oscilaban entre 656 y 10 mil pesos, aunque en la reventa alcanzaron cifras asombrosas de más de 100 mil pesos.

Desde que se anunció su visita, miles de seguidores se lanzaron a formar filas virtuales en busca de un codiciado boleto, que en sitios de reventa en Internet –como StubHub– para la sección Platino alcanzaron hasta 111 mil 892 pesos por persona. Esto es especialmente sorprendente considerando que el costo original era de 10 mil 450 pesos.

Otra plataforma de reventa, Viagogo, también ofreció entradas con costos impactantes. Para la zona Platino A se elevaron hasta 152 mil por persona, mientras otras opciones oscilaban entre 15 mil 519 y 69 mil pesos por persona.

En cada presentación, la estadunidense de 33 años se embolsa unos 13 millones de dólares, sin incluir los ingresos adicionales por venta de mercancía. No obstante, la mayor parte del dinero se destina a los costos de producción para entregar al público un espectáculo de más de tres horas, con una decena de cambios de vestuario.

Swift pasó de ser, en su debut, el talento country a la mujer segura de hoy. Su genio desafía, tranquiliza y enamora a los swifties, que flexiona sus músculos económicos. A Taylor, sus fans ya no la consideran su cantautora preferida. Es un personaje que pertenece a su vida. La consideran líder gentil, natural, neta… nunca discordante o tirante, “con un sentido sobrenatural del espíritu de la época que parecería calculado si no fuera tan genuino”.

“Taylor Swift, te amo” fue el sello de sus feligreses mexicanos, pero no una marca banal, sino la que merece una artista que está escribiendo este 2023 un capítulo destacado en la historia de la industria musical tras The Eras Tour, que como se dijo, ha roto todas las marcas. Con 117 presentaciones, incluidas las cuatro en el Foro Sol, será la gira más grande en el planeta este año, superando a los de los Rolling Stones, Bruce Springsteen, Harry Styles, Coldplay y Elton John.

La gira de sus vidas

Podría ser que sus fans consideren sus presentaciones como las más importantes de su vida, como en su tiempo los seguidores de los Beatles o los Rolling Stones lo pensaron así. La realidad es que para los swifties tiene una magia especial porque han crecido con ella en las buenas y en las malas. Los comentarios de “es histórico”, “la adoro” o “todo mi salario se va para ir a verla” y “acabó con mi estabilidad económica”, fueron constantes en redes sociales.

El dinero no importó porque para ellas, ellos y elles, se ha erigido como “estrella hiperluminosa que atrae todo tipo de materia y arroja una luz brillante sobre sí”. Es un fenómeno no sólo cultural; su efigie ha establecido un sitio en el ámbito social y económico.

Su presencia tiene el poder de activar la economía también en el resto del orbe. Como dato, según Pollstar, la gira, promovida por Messina Touring Group tiene un monto bruto estimado que superó 300 millones de dólares en más de 1.1 millones de boletos en las primeras 22 fechas. Mientras, el grupo de investigación en línea QuestionPro estimó que la etapa estadunidense del tour generó más de 5 mil millones, “más que el producto interno bruto de 50 países”.

The Eras Tour descansará dos meses para volver en otros países de Latinoamérica, Europa, Asia y Oceanía.