Los bicitaxis hicieron, literalmente, su agosto este domingo al cobrar hasta 300 pesos por trasladar a personas sólo unas cuántas calles en Paseo de la Reforma.
Personas que se quedaron sin transporte público en la vialidad, donde tuvo lugar el Gran Maratón de la Ciudad de México, se quejaron de las altas tarifas que les impusieron bicitaxistas.
No sólo hubo reclamos por los altos precios de los traslados, sino que algunos manifestaron haber sido expuestos a peligros, debido a que los conductores de estas unidades no respetan la luz roja del semáforo, por lo que no hacen alto y continúan con su trayecto, señaló Iris al descender de un bicitaxi en Balderas y Ayuntamiento.
Otros reprocharon que conductores de bicitaxis buscan ganar el paso a los automóviles y circulan en sentido contrario, sin que ningún policía los amoneste.
Sin embargo, los precios excesivos por recorrer unas cuantas calles fueron las inconformidades recurrentes.
Tomás, joven que se emplea como mesero en una cafetería de la calle Niza, se quejó de que los bicitaxis le pretendían cobrar 250 pesos por acercarlo a la avenida Juárez.
De lo mismo se quejó una pareja: de Paseo de la Reforma a la Alameda “nos querían cobrar 300 pesos”.
Doña Josefina, de 65 años, se quejó de la falta de transporte en Reforma: “los policías dicen que hay que caminar hasta avenida Chapultepec, y los únicos que están dando el servicio son los de las bicicletas, pero están cobrando carísimo”, dice mientras acomoda sus bolsas de mandado.
Algunos conductores entrevistados sobre el cobro de dichas tarifas indicaron que éstas las fija “la cooperativa a la que pertenecen”.
Consideraron que los reclamos de los transeúntes “no tienen lugar porque por eso se estuvo avisando con mucho tiempo de anticipación que no iba a haber servicio de Metrobús”.
Con anterioridad, la Coordinación General de la Autoridad del Centro Histórico apremió a la Secretaría de Movilidad a reglamentar el servicio de bicitaxis, así como sus tarifas, y se defina también el perímetro donde pueden operar y las prohibiciones que tienen, como circular en contraflujo del Metrobús, así como la necesidad de que cuenten con pólizas de seguro.