Jackson Hole., Puede que sea demasiado pronto para que el Banco Central Europeo (BCE) detenga las subidas de las tasas de interés, ya que un freno prematuro en la lucha contra la inflación podría obligarle a ejercer aún más presión sobre la economía en el futuro, declaró ayer el responsable de política económica del Banco de Letonia, Martins Kazaks.
El BCE ha subido las tasas de interés en cada una de sus últimas nueve reuniones para frenar la inflación galopante, pero los responsables políticos contemplan ahora una pausa ante los riesgos de recesión, la ralentización de la inflación y la moderación del crecimiento salarial.
“Dada la información que tenemos ahora, y por supuesto habrá más datos, yo diría que otra subida modesta sería ir a lo seguro, en lugar de retrasarla y arriesgarnos a tener que hacer mucho más a finales de año o principios del año que viene”, dijo Kazaks a Reuters al margen de la reunión anual de banqueros centrales y economistas en Jackson Hole.
Los mercados prevén 50 por ciento de posibilidades de otra subida en septiembre, pero consideran muy probable que se produzca a finales de año. El gobernador del banco central letón agregó que acudirá a la reunión de política monetaria del 14 de septiembre con la mente abierta y que incluso si el BCE opta por mantener la política monetaria, debe dejar claro que su trabajo aún no ha terminado y que podría haber más endurecimiento de la política monetaria.
Las tasas altas encarecen el crédito, y desestimulan por lo tanto el consumo y la inversión, bajando así la presión sobre los precios.
Disparidad en la UE
El BCE aumentó sus tasas por primera vez a mediados de julio de 2022 hasta el actual 3.75 por ciento, un récord desde la primavera de 2001.
La presidenta de la entidad, Christine Lagarde, recordó durante su discurso en Jackson Hole la voluntad del BCE de continuar con una política restrictiva, al señalar que el nivel de inflación en Europa implica “fijar las tasas de interés en un nivel suficientemente restrictivo tanto tiempo como sea necesario para llevar la inflación al objetivo de 2 por ciento a mediano plazo”.
En Estados Unidos la inflación alcanzó en junio de 2022 un máximo cercano a 9 por ciento anual, y desde entonces ha venido en descenso para ubicarse en 3 por ciento en junio pasado y con una economía robusta.
Sin embargo, la situación en la zona euro es más complicada, con una inflación que se modera muy lentamente y se ubicó todavía en 5.3 por ciento anual en julio. Pero, sobre todo, se registra una gran disparidad entre los países de la Unión Europea, España está por debajo de 2 por ciento, pero Alemania y Francia tienen registros más altos y Eslovaquia supera 10 por ciento.