El gran legado de Salvador Allende (1908-1973) a Chile “fue respetar siempre la democracia”, aseguró su nieta Marcia Tambutti Allende al presentar anoche en México el documental Allende mi abuelo Allende, como parte del programa conmemorativo de los 50 años del golpe de Estado en aquella nación sudamericana, que se cumplen el 11 de septiembre.
“Nunca se hubiera saltado la democracia”, afirmó la documentalista y guionista, ni siquiera cuando el Congreso chileno intentó darle un albazo y declarar inconstitucional a su gobierno.
“Hubo una manifestación de apoyo al gobierno de la Unidad Popular de entre 800 mil y un millón de personas, que en las calles exigían el cierre del Congreso, pero mi abuelo se enojó por completo y aseguró que jamás haría eso; había que ser muy valiente para enfrentar a tanta gente”, afirmó.
“Lamentablemente, hay reglas de la democracia que nos juegan bastante en contra, y lo estamos viendo ahora en muchos otros países donde ha habido cambios sumamente nefastos al alego de la parte limítrofe de la democracia; son los nuevos golpes blandos, cosas que antes no teníamos en cuenta, pero que ocurren hoy y, quizá debemos pensar mejor en esas reglas de la democracia; pero, como dicen en Chile, ‘es lo que hay’.”
La también bióloga, quien tras el golpe militar en Chile vivió exiliada varios años en México al lado de sus padres, Isabel Allende Bussi y Romilio Tambutti, e incluso aquí hizo su formación profesional, destacó que el principal activo político de Salvador Allende fue que “él siempre pensó resolver los problemas con democracia.
“Y por eso la gente participaba tanto con él en la toma de decisiones, y muchas personas tenían esa visión de la Unidad Popular, que lamentablemente no hemos logrado instalar en el dominio público de mi país.”
Allende mi abuelo Allende es resultado de un largo proceso de trabajo de 16 años. Se estrenó en 2015 y en él se recupera el lado humano del mandatario chileno derrocado, además de dar testimonio del dolor y el silencio que prevalecieron entre su esposa, Hortensia Bussi (1914-2009), sus hijas y demás familiares a raíz del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, los años de la dictadura y el regreso a la democracia en la nación andina.
La proyección tuvo lugar en el auditorio Jesús Terán del Acervo Histórico Diplomático, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, con apoyo de la embajada chilena en nuestro país.
Al término de sus 90 minutos de duración, Marcia Tambutti Allende sostuvo una charla con el público, en la cual destacó la importancia de la memoria histórica, que, dijo, fue una de las razones principales que la motivaron a emprender ese trabajo audiovisual.
Consideró que a medio siglo del golpe militar en Chile, ése y todos los demás ejercicios de memoria son imprescindibles, para que ésta “no se deslave, para que no se pierda, para que tengamos sentido e identidad y una mejor mirada hacia el futuro de ese pasado”.
Al afirmar, entonces, que la memoria es un músculo que se debe preservar y fortalecer, la realizadora recordó que en la conmemoración del 40 aniversario del golpe militar, el entonces presidente Sebastián Piñera, quien llegó al poder apoyado por una coalición de centro-derecha, habló de los cómplices y con eso dejó abierto el único intento de autocrítica de ese oscuro episodio que se ha hecho desde la derecha en aquel país.
Eso es algo que “ahora ha retrocedido. Igual que en otras partes del mundo, hay una derecha muy dura, muy crítica, y un porcentaje no menor (de la población) ha emprendido una justificación del golpe de Estado, aunque no con lo que pasó con el atropello de los derechos humanos”, agregó.
“Estamos en un retroceso muy duro. Acabo de leer el mes pasado un estudio en la prensa sobre que la Unidad Popular está muy demonizada, no tanto la figura del Chicho (como le decía cariñosamente la familia a Salvador Allende); él todavía tiene una imagen más positiva que negativa en la prensa, creo que por su forma tan coherente de dar la vida.”
La nieta de Salvador Allende lamentó que hasta la fecha sean poco reconocidos y difundidos en Chile los grandes logros que tuvo el gobierno de su abuelo al frente de la Unidad Popular, a pesar de que sólo fueron tres años y de las tensiones y dificultades enormes que se tuvieron.
Entre otros temas, Marcia Tambutti Allende contó que hizo esta película con el deseo de rescatar su historia familiar, y también porque pensaba que Allende era el abuelo de todos aquellos chilenos que vivían en el exilio, “la figura en torno de la cual nos reuníamos y nos cobijaba a todos, por eso sentí que no podría hacer algo que solo fuese para mí”.
Es, resumió, un documental que “relata los dolores muy fuertes que trae el exilio, esas cosas traumáticas, las pérdidas, a veces los secretos en nuestras familias; o sea, pueden ser cosas que implican que las familias se sientan muy incómodas en tratar algo que define su historia y el devenir; pero creo que debemos conocerlo, explorarlo, porque justamente nos definió. No hablo como mexicana, sino como chilena”.
El documental Allende mi abuelo Allende se proyectará durante lo que resta de este mes, en septiembre y octubre en la Filmoteca de la UNAM, el Complejo Cultural Los Pinos y la Cineteca Nacional, informó la embajada chilena, en cuyas redes sociales se puede consultar la información.