La oposición de ciertos sectores a los nuevos libros de texto gratuitos “es nada más un asunto dogmático, que tiene que ver con el fanatismo conservador. Dogmático porque no tiene que ver con la realidad”, consideró ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante la mañanera en Palacio Nacional, una vez más hubo preguntas sobre los libros y las controversias de Chihuahua y Coahuila contra esos materiales. El mandatario pidió esperar la resolución del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Luis María Aguilar al respecto.
Incluso, fue irónico con la intentona del ministro, quien había presentado un proyecto que incluía la destitución del Presidente por no ratificar a una magistrada del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.
“¡Ah! ¿Me va a destituir? ¡Ahhh!”… exclamó el mandatario. Cuando los reporteros le comentaron que Aguilar había retirado el proyecto, soltó una leve sonrisa, alzó la mano en señal de desconcierto y sólo dijo: “¡este!”
Sobre los libros de texto, destacó que sólo dos de los 32 gobernadores han presentado inconformidades ante la Corte: María Eugenia Campos, de Chihuahua, y Miguel Riquelme, de Coahuila. Señaló que Alfredo del Mazo, el Ejecutivo saliente del estado de México –una de las entidades con mayor matrícula académica–, no se ha pronunciado en contra.
“Muy pocos” errores
“Vamos a esperar a ver qué resuelve el ministro Aguilar, quien entrega amparos en horas” (en el caso de los libros de texto). “Nada más que los otros asuntos los guarda, los tarda un poquito, no mucho, en lo que tiene que ver con el pago de impuestos”, dijo en alusión al caso de la empresa Elektra, de Ricardo Salinas Pliego, que adeuda más de 40 mil millones de pesos en impuestos, en asuntos que el ministro ha tenido archivados por ocho meses.
López Obrador expuso que ya leyó los libros de texto y admitió que tienen algunos errores. Son “muy pocos; en algunos casos, ortográficos, pero hay aclaraciones, se han mejorado mucho. Tienen muchísimo menos faltas que los otros libros. Me refiero a desaciertos gramaticales”.
Volvió a criticar a quienes aseguran que los nuevos materiales educativos intentan “inyectar el comunismo”, cuando esa corriente sólo se menciona en un poema y en la explicación sobre los movimientos guerrilleros de la historia contemporánea de México.
Sin embargo, aclaró, esas referencias no aparecen en los materiales para los alumnos, sino en los de los profesores. Hay menciones de personajes como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, de los líderes del movimiento estudiantil de 1968 y de otros luchadores sociales.
Consideró que los maestros deben tener esa información. “Existe una historia donde no se habla mucho de los Flores Magón, de estos dirigentes sociales que lucharon y tomaron las armas porque estaban cerrados los espacios, no había posibilidad de participar de manera democrática, sino represión y asesinatos. Entonces, ¿cómo no vamos a contar lo del 68, de la represión a los jóvenes?”