En vísperas del regreso a clases, la agrupación World Vision México (WVM) llamó a las autoridades educativas a asegurar el aprendizaje, el acceso y la pertinencia educativa, así como a garantizar que los docentes cuenten con todas las herramientas y recursos necesarios para la detección y canalización de casos de violencia, acoso escolar o bullying.
Malcom Aquiles, director de Políticas Públicas y Movilización de WVM, precisó que alrededor de 40 por ciento de la población escolar asegura haber vivido prácticas de acoso escolar, conductas que pueden derivar en situaciones de deserción, bajo rendimiento académico, estrés emocional y, en general, problemas de salud mental que en casos extremos pueden detonar intentos de suicidio y consumación de éstos.
Detalló a La Jornada que “el bullying no sólo ocurre en el aula, sino que también se traslada al ciberespacio, donde se magnifica, porque “no sólo se abre a la comunidad escolar, sino también a personas adultas”.
Ante esta problemática, advirtió, las autoridades deben tener herramientas para fortalecer los sistemas de protección a niñas, niños y adolescentes. Destacó que WVM cuenta con “materiales para uso seguro de redes sociales, y estamos por lanzar una guía de apoyo para promover la salud mental de menores para identificar buenas prácticas de detección y canalización de casos”.
Los alumnos más propensos a ser víctimas de estas conductas de acoso, discriminación y violencia son quienes tienen mayores carencias económicas. “También los niños migrantes, indígenas o que hablan sus lenguas originarias son discriminados y acosados en algunos entornos escolares”.
Si se da crianza positiva en el hogar existen menos posibilidades de que ocurran estas prácticas, pero también la prevención puede enseñarse como parte de los contenidos y planes de estudio escolares, comentó. Justamente los nuevos libros de texto gratuitos abordan temas de discriminación a fin de desalentar esas acciones.
“Desde World Vision México pedimos una educación centrada en el bienestar y seguridad de niños y adolescentes, asegurando que el aprendizaje sea eficiente, pertinente a cada situación y tipo de comunidad. Que los docentes tengan las herramientas y el saber para detectar un caso de acoso entre alumnos”, mencionó Mario Valdez Guzmán, director ejecutivo de impacto de la agrupación.
Consideró que la escuela debería ser siempre un lugar seguro, ya que es el segundo espacio más importante de convivencia e interacción de los menores. “Con datos recabados en el Informe nacional sobre la violencia contra niños y adolescente, realizado por WVM, 90 por ciento consideran que no están seguros todo el tiempo y en ningún lugar”.