El incremento de la temperatura del mar que comenzó en mayo pasado aceleró el blanqueamiento y muerte de corales en arrecifes de las costas mexicanas. Esto podría llevar a un “escenario devastador”, ya que su degradación tiene como consecuencia la muerte de diversas especies que dependen de este hábitat, así como afectaciones en el suministro de alimentos y la protección que dan a la costa, señalaron investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La temperatura en el planeta empezó a subir en mayo, muy por arriba de lo normal, lo que sometió a estrés a los corales, que tardan decenas de años en crecer. A finales de junio comenzaron a ponerse pálidos y en las pasadas dos semanas los arrecifes enteros ya están blancos porque llevan semanas de estrés acumulado, explicó Lorenzo Álvarez Filip, investigador del Laboratorio de Biodiversidad Arrecifal y Conservación del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología.
En conferencia de prensa virtual, aseguró que colegas de Huatulco, Oaxaca, han revelado grandes extensiones de coral muerto en La Paz, Baja California Sur, y en costas de Guerrero, Jalisco y Veracruz. Aseveró que en el Caribe en particular se han acabado los corales por distintos factores, y si se pierden los que hay, desaparece la capacidad que tienen, por ejemplo, de contener el oleaje.
Expertos del instituto emitieron una alerta porque la evidencia del blanqueamiento de corales, que han recabado durante años, se ha exacerbado en meses recientes. Recordaron que datos satelitales de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Costera de Estados Unidos revelan que en este momento la temperatura oscila entre 2 y 3 grados por encima de la media histórica. A la fecha, la temperatura del mar en el Caribe mexicano se encuentra entre 32 y 33 grados, una cifra récord.
Se pronostica que la ola de calor seguirá semanas o meses por la presencia del fenómeno El Niño, que se suma al cambio climático, por lo que es muy probable que los corales se debiliten al punto de morir masivamente a lo largo de las costas del país, advirtió Álvarez Filip.
Además del aumento de temperatura, hay otros fenómenos que debilitan los corales e impiden su recuperación después de eventos de estrés. Un ejemplo es que la laguna de Puerto Morelos está muy contaminada por las descargas de aguas negras de hoteles y la ciudad, lo debilita a los corales para poder resistir cualquier otra cosa, lamentó Juan Pablo Carricart Ganivet.