Con las admisión de seis países más a su composición actual, el grupo de economías en desarrollo BRICS controlará 80 por ciento de la producción mundial de petróleo, puntal para el bloque que busca conformar un nuevo equilibro en el orden internacional que considera obsoleto.
El grupo integrado actualmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica sumará a Argentina, Egipto, Etiopía y también a los gigantes petroleros Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Irán, que son, respectivamente, el primero, segundo y cuarto mayores productores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y junto a Irak y Venezuela se ubican entre los cinco países con más reservas del energético.
Los seis nuevos candidatos se convertirán formalmente en miembros el primero de enero de 2024, dijo el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa. Se trata de la primera ampliación del bloque en 13 años; la única anterior fue la de Sudáfrica.
“El BRICS se ha embarcado en un nuevo capítulo en su esfuerzo por construir un mundo que sea justo, que sea equitativo, un mundo que también sea inclusivo y próspero”, sostuvo Ramaphosa, al término de la 15 cumbre del grupo que se realizó en Johannesburgo.
“Esta ampliación de miembros es histórica”, dijo el presidente chino, Xi Jinping, el más firme defensor de la medida. “Muestra la determinación de los países BRICS por la unidad y la cooperación con los países en desarrollo en general”.
Washington restó trascendencia a la expansión del grupo y señaló que seguirá trabajando con todos sus socios en el mundo. “Estados Unidos reitera su postura de que los países pueden elegir los socios y grupos con los que quieren asociarse”, señaló un portavoz del Departamento de Estado.
Los líderes del BRICS dejaron la puerta abierta a las futuras integraciones. Docenas de países más han manifestado su interés por unirse a un grupo que esperan pueda nivelar el terreno de juego mundial.
La ampliación añade peso económico al grupo encabezado por China, la segunda economía mundial; Brasil, la mayor economía de América Latina; Rusia, uno de los mayores productores de petróleo y gas; India y Sudáfrica. También podría alentar su ambición declarada de convertirse en un impulsor del Sur Global.
La entrada de las potencias petroleras Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos pone de relieve su alejamiento de la órbita de Estados Unidos y su ambición de convertirse en pesos pesados mundiales por derecho propio.
Rusia e Irán han encontrado una causa común en su lucha contra las sanciones y el aislamiento diplomático promovido por Estados Unidos, y sus lazos económicos se han estrechado tras la invasión de Ucrania por Moscú.
Sin embargo, podría persistir la tensión entre los miembros que quieren convertir la agrupación en un contrapeso de Occidente –en particular China, Rusia y ahora Irán– y los que siguen manteniendo estrechos lazos con EU y Europa.